El ex ministro de Administraciones Públicas, el socialista Jordi Sevilla, ha puesto sobre la mesa la necesidad de una reforma laboral en la que, al igual que se hizo en 1997, se fomenten los contratos temporales pero con “un coste de despido que sea más barato” y con la “rebaja de las cotizaciones sociales”.
A pesar de tener un cargo al margen de la actualidad política, senior adviser, en la consultora Price WaterhouseCoopers (PWC), el ex diputado del PSOE Jordi Sevilla, sigue dando algún que otro dolor de cabeza al Gobierno. En un desayuno en la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) en Madrid, Sevilla ha recordado al Gobierno que “algunas cosas tienen que cambiar si el país”, tal y como ocurre por las características de nuestra economía, “no genera todo el empleo que necesita”.
Poco valen para el ex ministro los discursos de miembros del Ejecutivo contra la estrategia de la CEOE ya que si queremos que algo funcione y se reforme el mercado laboral algunas tesis tendrán que “ser asumidas por los interlocutores”.
Y es que, para Sevilla son absolutamente necesarias ciertas decisiones como la modificación de la negociación colectiva para hacerla “más centralizada” y la mejora del funcionamiento de la “cláusula descuelgue” para las empresas.
Asimismo, ha hecho suya una propuesta de la patronal empresarial como es el abaratamiento del despido en los contratos indefinidos y un recorte en las cotizaciones sociales para estos acuerdos de trabajo. Propuestas, en su mayoría, que vieron la luz, según el ex ministro en 1997.
La reforma del mercado laboral no ha sido la única ‘receta’ planteada por Sevilla para tener una mejor salida de la crisis.
Entre las reformas estructurales que debe poner en funcionamiento el Gobierno está una modificación “urgente” del sistema presupuestario. Para el ex diputado se deben acabar los debates sobre cantidades que se gastan en las diversas partidas de los Presupuestos como imponer una mejor equidad en los tributos. “No estoy en contra de una subida de impuestos, pero que sea de manera equitativa”, habría que mirar, según Jordi Sevilla, las diferencias entre las rentas de trabajo y las de capital.
Además, para intentar minimizar todo lo posible un panorama desolador tras la crisis, ha exigido al Gobierno que, al igual que propone el G-20 y el FMI, “hay que mantener los estímulos económicos hasta que la recuperación se haya consolidado”. Y es que, difícil explicación tiene para el senior adviser de PWC el fin de estos estímulos como son la ayuda de los 400 euros, “medida que se podría haber mantenido para las rentas más bajas”. Igual sorpresa despierta la subida del IVA para abril, ¿por qué no en enero?, se ha preguntado.
El ex ministro Jordi Sevilla ha exigido al Gobierno y al gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, que “tengan una posición más activa” en la reestructuración de bancos y cajas para que, ambos, aceleren este proceso y “no sigan renqueando en este asunto”.
Sugerencias.
Muy productivo ha sido el desayuno de Jordi Sevilla, a tenor de las propuestas, para todos los que aseguran que España tiene las manos atadas en la crisis.
El ex ministro ha pedido que se aceleren las medidas para el sector de la construcción con el objetivo de reactivar esta industria. “El 60% del paro procede de la construcción, nadie defiende una nueva burbuja inmobiliaria, pero si seguimos construyendo 200.000 viviendas continuará la crisis”, ha recalcado Sevilla.
El, hasta septiembre, diputado del PSOE ha alabado la consecuencias positivas que ha tenido el aumento del gasto público y del déficit público para intentar minimizar la crisis. “Nos ha ayudado” ha asegurado Sevilla. Por este motivo, este aumento del gasto y del déficit debería “continuar así durante 2010, sin prisas para que vea su final”.
Poco pesimista se ha mostrado el ex ministro sobre las cuentas estatales, ya que “espero que los Presupuestos salgan mejor del Congreso que como entraron” gracias a la negociación con el resto de grupos parlamentarios. Igual esperanza ha mostrado en la Ley de Economía Sostenible.
