Rajoy ‘usa’ al ministro de Asuntos Exteriores para acercarse a Cataluña

La resaca de la Diada

Rajoy ‘usa’ al ministro de Asuntos Exteriores para acercarse a Cataluña

Mariano Rajoy, presidente del Gobierno

¿Piensan el Gobierno y Mariano Rajoy que Cataluña es una nación? Quizá no. Pero, en estos últimos dos días, ha sido José Manuel Margallo, el ministro de Asuntos Exteriores quien se ha encargado de intentar calmar las tomentosas aguas independentistas.

El ministro es el miembro del Gobierno que parece encargado de hacer las declaraciones públicas en las que el Ejecutivo muestra una mayor comprensión hacia las ‘legítimas’ reivindicaciones de los catalanes. El mismo que se encarga, como es lógico, de los asuntos relativos a Gibraltar.

Margallo salió ayer mismo a primera hora de la mañana a explicar que el Gobierno central está dispuesto a buscar un encaje mejor para Cataluña en España. Hasta el punto de avanzar un posible reordenamiento territorial completo del Estado que lo hiciera posible.

Su intervención, sin embargo, no sirvió para aplacar los ánimos del colectivo independentista que apoyó sin reservas la Vía Catalana y dejó patente que existe un amplio movimiento social que apoya la opción política soberanista.

La primera respuesta pública del Gobierno a este desafío ha corrido a cargo de la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría que ha minimizado la importancia de la movilización aludiendo a la ‘mayoría silenciosa’ que no salió a la calle a defender la realización de un referéndum independentista.

Después, ya por la tarde, volvió a llegarle el turno a Margallo. El ministro, que realizaba una rueda de prensa conjunta con su homólogo portugués, Rui Machete, ha admitido que la manifestación de ayer ‘fue un éxito’ que le produce ‘preocupación y tristeza’ y también que hay que tomar nota y “escuchar a la calle”, aunque también ha matizado que no es en la calle donde se hace política.

¿Será el canciller el encargado de ‘supervisar’ las negociaciones discretas con la Generalitat? Nadie lo ha confirmado ni desmentido. De momento, sí que parece ser el ministro con un perfil más amable hacia Cataluña y su sentimiento nacional. Nadie esperaba menos de un diplomático.

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