El líder de COAG reconoce que al sector agrario le ha sorprendido que Arias Cañete, el ministro que presume de comer yogures caducados y ducharse con agua fría, sea el miembro del Gobierno mejor valorado en la última encuesta del CIS.
Miguel Blanco, secretario general de COAG, reconoce que al sector agrario le ha sorprendido que el ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, haya sido el miembro del Gobierno con mejor nota en el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), con una nota del 3,25.
Tras recordar sus manifestaciones que hizo el titular de Agricultura de que come yogures caducados y se ducha con agua fría hizo notar que el ministro y COAG están enfrentados en muchos asuntos como la liberalización de mercados, aunque dijo a su favor que “es un gran conocedor de Europa y del sector agrario.
Y explicó Miguel Arias Cañete tiene una postura de liberalización y que se abran nuevos espacios de mercado mientras que el sector agrario quiere que los mercados se controlen y se regulen.
El secretario general de COAG criticó la Política Agraria Común (PAC) de la UE: “Los agricultores no queremos ayudas, queremos precios, que se nos pague el producto convenientemente”, recordó.
Miguel Blanco aprovechó la entrevista en ‘El día menos pensado’ de RNE para exigir a Bruselas “una política de preferencia comunitaria” que valore la calidad, las condiciones laborales y la seguridad para que los productos agroalimentarios para que puedan competir con los de los mercados exteriores.
El líder de COAG aclaró que los agricultores españoles: Queremos políticas que regulen los precios, las ayudas son una engañifa” y advirtió de que “si las subvenciones sustituyen la política de precios estamos perdidos de cara al futuro”.
“Queremos las ayudas que se den al activo no a la hectárea, para que no se queden en la gente que tiene más hectáreas sino en quienes tienen más producción”, señaló el responsable de la organización agraria.
Y es que Blanco considera “descabellado” que se concedan ayudas por no producir, que se desvincule la ayuda de la producción, y que se den las ayudas de forma indiscriminada tanto al que trabaja y vive de esta actividad como al que no.
El líder de uno de los tres sindicatos agrarios principales, alerta que en España los profesionales agrarios menores de 35 años son el 5% mientras que los mayores de 65 años suponen el 35%, por lo que en diez años se puede reducir la población activa. “Hay que lanzar una política de SOS para hacer una política de renovación generacional”, alertó.
A pesar de ello, reconoce que la crisis ha aumentado el número de jóvenes que se quieren incorporar al sector agrario.
Asimismo, el representante de Coag denuncia que los márgenes de los productos agroalimentarios se quedan en la gran distribución, que “tiene una posición de dominio” y dice que eso hay que regularlo con una ley.
