Francisco Camps se enfrenta a un ‘otoño caliente’, marcado por la reactivación del ‘caso Gürtel’ en Valencia, después de que el tribunal de Madrid reclamara los contratos de la Generalitat con 13 empresas de la trama corrupta. Este será uno de los principales asuntos que marcaràn el debate de política general que se celebrará en las Cortes Valencianas a finales de este mes y evidenciará una vez más las diferencias irreconciliables entre PP y PSPV.
De hecho, Ricardo Costa ya ha advertido de que el PP no reconoce al portavoz socialista en las Cortes, Ángel Luna, como interlocutor válido y pide su dimisión.
Los próximos meses no pintan bien para el presidente valenciano. Cuando parecía que se había librado de la sombra del Gürtel, tras el archivo de la causa en su contra en el Tribunal Superior de Justicia de Valencia -aunque sigue su curso en el Supremo-, el juez Antonio Pedreira, instructor del caso en Madrid, ha devuelto a la actualidad sus presuntas relaciones con la trama corrupta.
Con escaso margen de maniobra, tras una pequeña remodelación de su Gobierno a finales del mes de agosto, y sin su mayor apoyo en los últimos seis años, su jefa de gabinete Ana Michavila, Camps tendrá que responder a las preguntas de la oposición sobre los contratos con las empresas del Gürtel en el pleno de política general, convocado para los días 29 y 30 de septiembre. Para calentar el debate, Ricardo Costa ha advertido de que no aceptan a Luna como interlocutor. Y es que el portavoz socialista ha sido la ‘bestia negra’ de Camps en los últimos meses, al ejercer una dura oposición en la Cámara regional en un momento en el que los socialistas cuentan con un líder poco consolidado, como es Jorge Alarte.
También tendrá que acallar algunas críticas internas en su partido que le acusan de parálisis ante la crisis económica, por culpa de los asuntos relacionados con el Gürtel. No en vano, la Comundiad Valenciana registró una tasa de paro en el segundo trimestre de 2009 del 21,2% y su endeudamiento ascendía a finales del pasado mes de marzo a 13.202 millones de euros, un 12,5% de su PIB, según datos del Banco de España.
Otros problemas a los que se enfrenta Camps son internos, ya que su imagen se ha deteriorado mucho desde que fuera imputado. Con el objetivo de asegurar su reelección a la Presidencia de la Comunidad, para los comicios de 2011, ya está buscando alianzas entre los suyos.
La semana pasada se reunión con Carlos Fabra y según fuentes de los círculos políticos valencianos, le reclamó su apoyo a cambio de desbloquear varios proyectos urbanísticos en Castellón. Con Fabra se asegura los votos de esa provincia, ante una posible candidatura alternativa del sector zaplanista afincado en Alicante.
