Los conflictos laborales vuelven a situar a Ana Botella en la cuerda floja

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Los conflictos laborales vuelven a situar a Ana Botella en la cuerda floja

Ana Botella, alcaldesa de Madrid

Ana Botella navega sin rumbo. La alcaldesa se encuentra cada día con un nuevo problema que le complica su trabajo en el Palacio de Cibeles, y tras la tragedia del Madrid Arena los conflictos laborales con trabajadores municipales amenazan con dar nuevos quebraderos de cabeza a la regidora. Botella se encuentra en la cuerda floja, una vez más, después de que los basureros hayan convocado una huelga indefinida desde el 15 de abril que pone en evidencia sus medidas.

El recorte impuesto por Ana Botella en el servicio de recogida de basuras, que arrancó el pasado mes de octubre con la reducción de la retirada de los envases (cubo amarillo) a sólo tres días a la semana, ha acabado por pasar factura a los trabajadores municipales. La alcaldesa adoptó esta medida para reducir gastos, aunque en aquel momento, y ante sus malas relaciones con los proveedores, desde el sector ya se advirtió que sólo provocaría despidos y que el ahorro previsto no sería tal.

Y los temores de los basureros han acabado por confirmarse, ya que la concesionaria de este servicio, FCC, ha presentado un ERE que afecta a 146 empleados y contra el que se ha convocado la huelga indefinida. Desde el Ayuntamiento ya se han puesto manos a la obra para tratar de frenar este Expediente de Regulación de Empleo advirtiendo a la empresa de infraestructuras que el contrato municipal obliga a mantener el personal que había consignado en su oferta, todo ante el temor de que estas protestas se vuelvan contra Botella, cuyo papel aún está cuestionado por el caso Madrid Arena.

Intentan frenar así unos paros que serían aún peores que los secundados por los basureros los pasados 17, 18 y 19 de noviembre contra los recortes de Botella, y que sembraron las calles de residuos. Una mala imagen que la alcaldesa espera no se vuelva a repetir, ya que este conflicto no beneficia a la candidatura olímpica de Madrid.

Unos paros indefinidos a los que se unirán los trabajadores del Metro a partir del 17 de abril para protestar contra la propuesta presentada por la dirección del suburbano, que planea reducir un 10% los salarios o el despido de 720 empleados. La huelga, en este caso, será de dos horas dos días a la semana.

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