Los barones regionales marcan la estrategia de oposición a Rubalcaba

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Los barones regionales marcan la estrategia de oposición a Rubalcaba

Alfredo Pérez Rubalcaba está siendo esclavo de sus barones regionales. A pesar de los esfuerzos del secretario general del PSOE por imponer su estrategia de oposición, se ha visto obligado a ir a rebufo en asuntos tan relevantes como el recurso sobre el euro por receta en Madrid o la demanda ante la Audiencia por el ‘caso Bárcenas’, iniciativas impulsadas por los socialistas madrileños y valencianos.

En apenas dos semanas Rubalcaba ya se ha visto obligado a ceder ante sus barones. Primero, fue con el secretario general del PSOE de Madrid, Tomás Gómez, que le lanzó un órdago con su anuncio de recurrir, sí o sí, al Constitucional el euro por receta impuesto por Ignacio González en la región. Una iniciativa judicial rechazada por el líder socialista que prefería esperar.

A pesar de esto, Rubalcaba claudicó y aceptó, no de buen grado, llevar ante los tribunales esta medida para evitar escenificar, una vez más, la división que existe en las filas del partido.

Apenas unos días después, el secretario general del PSOE volvió a quedar en evidencia al tener que recurrir a los socialistas valencianos para llevar a cabo su ofensiva judicial contra la polémica desatada por el extesorero del PP Luis Bárcenas y sus supuestas “cuentas B, sobresueldos B y comisiones ilegales”.

Para poder demandar a la Audiencia Nacional que investigue estos supuestos fondos opacos del PP, Rubalcaba necesitó al PSPV, personado en el ‘caso Gürtel’ desde el año 2010. Sin el paso que en su día dio la federación valenciana, la campaña del líder socialista hubiera caído en saco roto. Un favor, que el líder del PSOE de esta región, Ximo Puig, no se olvidará de cobrar, ya que de no haber aceptado ser partícipe de esta demanda, el líder de la oposición hubiera quedado en evidencia.

A todo esto hay que unir al PSC y su posición ante el debate soberanista en Cataluña que ha marcado las declaraciones de los últimos días de Rubalcaba. El líder socialista se ha visto obligado a aceptar las noticias que provenían del partido de Pere Navarro en un esfuerzo por evitar mostrar el choque que existe entre Ferraz y el PSC.

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