El presidente de la Comunidad de Madrid ha restado credibilidad a las declaraciones ante el juez del guardia civil José Oreja, asesor del área de Seguridad de la región e imputado en el ‘caso de los espías’. “Se archivó y ahora cambian las declaraciones”, ha destacado Ignacio González. Lo que no dice el dirigente del PP es que la Audiencia Provincial lo ha reabierto ante la existencia de “indicios suficientes de la comisión de un delito de malversación de caudales públicos”.
El mismo día en el que Esperanza Aguirre anuncia si fichaje por una empresa privada, la trama del espionaje que se produjo en su último mandato como presidenta autonómica ha vuelto a la actualidad. Y lo ha hecho, con nuevas revelaciones sobre el supuesto seguimiento a dos altos cargos del PP: Alberto Ruiz Gallardón y Cristina Cifuentes.
Según desveló ayer por la noche El País, José Oreja confesó a la juez encargada de este caso la existencia de una trama de espionaje con seguimientos al exvicealcalde Manuel Cobo y al exvicepresidente segundo y exconsejero de Justicia Alfredo Prada, al exalcalde de Madrid y ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, y a la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, entre otros.
“Gamón y Castaño [director y subdirector general de Seguridad] nos trasladan a principios de 2008 de forma verbal tanto a los tres policías como a los tres guardias civiles [fichados como asesores de seguridad] una relación de personas a las que denominan objetivos, de los cuales el vicepresidente D. Ignacio González [hoy presidente autonómico] tiene especial interés en conocer sus actuaciones y movimientos”, asegura el guardia civil en el escrito firmado que su abogado, Ramón González Bosch, remitió al juzgado este pasado 8 de enero y que recoge este diario.
Una declaración que para González no tiene credibilidad. “Se archivó el caso de los espías y ahora cambian las declaraciones”, ha asegurado en una entrevista en la SER.
