IU ha criticado duramente la permisividad de Ana Botella respecto a los proyectos urbanísticos que se están levantando en el entorno de la Almudena. Según la formación, el Museo de las Colecciones Reales que se está edificando junto a la Almudena es una “barbaridad” y una “atrocidad”. Este museo, que no se abrirá hasta el 2016, cambia completamente el perfil de la ciudad al ocultar la catedral.
Según han indicado a EL BOLETÍN fuentes de IU, el Museo de las Colecciones Reales es una edificación poco acertada para el centro, no sólo porque tapa uno de los monumentos más reconocibles y admirados de la ciudad, como es la catedral de la Almudena, sino también porque se ha levantado invadiendo parte del Parque de la Cornisa.
De esta forma, dice IU, los vecinos tienen cada vez menos zonas verdes de las que disfrutar en el entorno de San Francisco el Grande-Vistillas, ya que recuerdan que otra parte del parque está ocupada por el Seminario Conciliar donde se forman los futuros sacerdotes de la Diócesis de Madrid que dirige Antonio María Rouco Varela.
En la formación no entienden cómo el Ayuntamiento ha permitido que se levante el museo, un edificio que es “diez veces más grande que el Seminario”, ni la pasividad que muestra el consistorio que dirige Botella al ver como está quedando el parque. Se trata de una zona pública “que pertenece a los vecinos y que se están ‘comiendo’ los curas y el museo” poco a poco, critican las fuentes consultadas.
El museo promovido por Patrimonio Nacional, organismo que custodia los bienes de titularidad del Estado afectados al uso y servicio del Rey y de los miembros de la Real Familia y dependiente del Ministerio de Presidencia, del que es titular Soraya Sáenz de Santamaría, se levanta para exponer los tapices, carruajes y objetos artísticos de la Corona.
La construcción de este edificio de 46.000 metros cuadrados diseñado por los arquitectos Emilio Tuñón y Luis Moreno Mansilla, y adjudicada a FCC, comenzó poco después de que el Ayuntamiento de Madrid redujese la protección urbanística de la zona modificando el Plan General de Ordenación Urbana.
Dicha modificación se llevó a cabo en 2005 y contó con el visto bueno del Gobierno regional, un cambio normativo que se impulsó a pesar de que el museo cambia enormemente el perfil de la ciudad. No obstante, los plazos no dejan de ampliarse y su apertura al público no está prevista hasta el 2016.
Los ecologistas han criticado en diversas ocasiones el proyecto no sólo por su invasión del parque, sino también porque creen que “triplicará el precio presupuestado, hasta cerca de los 200 millones de euros, cuando se termine”, cuando la partida inicial era de 60 millones.
Además, el colectivo no entiende el afán de albergar en Madrid esta colección de 155.000 piezas, cuando en vez de haber construido este edificio de dimensiones desproporcionadas para la zona podría haberse llevado a Aranjuez o La Granja, distribuyendo así el turismo.
Hotel, centro comercial y aparcamiento en Madrid Río
No obstante, el Museo de las Colecciones Reales no es el único proyecto que ha despertado las críticas de IU. La operación que ha aprobado recientemente el Ayuntamiento, y que permite la construcción de un hotel, un centro comercial y un aparcamiento de 1.500 plazas en Madrid Río, también ha suscitado las críticas de la formación.
El grupo municipal de Izquierda Unida ha iniciado ya las reuniones con los técnicos de Urbanismo para estudiar al ‘detalle’ este proyecto de “gran trascendencia” y sobre el que “no podemos dar un opinión a la ligera”. “No queremos decir nada que no se ajuste a la realidad”, advierten desde la coalición de izquierdas.
Por su parte, en UPyD también hay preocupación por este nuevo desmán urbanístico. El portavoz de la formación magenta en el Ayuntamiento, David Ortega, teme que se haga un proyecto a la carta, “una traje a medida del promotor”, como considera se ha hecho con la ampliación del estadio Santiago Bernabéu o el proyecto de remodelación la Plaza de Canalejas.
Al representante de UPyD le preocupan las constantes modificaciones el Plan General de Ordenamiento Urbanístico (PGOU) y advierte que estarán pendientes del “impacto visual y medio ambiental” del edificio que se levantará en la ribera del Manzanares.
