Rajoy ignora el clamor de la oposición que pide un pacto de Estado contra la crisis

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Rajoy ignora el clamor de la oposición que pide un pacto de Estado contra la crisis

Las más de cinco horas de debate en el Congreso de los Diputados han puesto de manifiesto que el presidente del Gobierno no está dispuesto a escuchar el clamor de todos los grupos de la oposición que han pedido a Mariano Rajoy un cambio en sus políticas económicas, pero sobre todo que pacte, especialmente a la hora de negociar con la Unión Europea las medidas anticrisis.

La palabra más pronunciada por los grupos de la oposición ha sido pacto, y no sólo la han pronunciado desde el PSOE, sino todas las fuerzas del arco parlamentario.

Rajoy no ha atendido las reclamaciones de alcanzar un pacto de estado y se ha limitado a ofrecer a los grupos de la oposición la posibilidad de llegar a acuerdos en algunas reformas estructurales «concretas», como la relativa al sistema de pensiones, el paquete de medidas para luchar contra la corrupción, la reforma local, la reforma del conjunto de las administraciones públicas y la Ley de Unidad de Mercado.

La oferta de pacto de Estado contra el paro y para salir de la crisis que han defendido con ahínco desde la tribuna de la Cámara Baja el PSOE y CiU no ha encontrado acogida por parte del jefe del Ejecutivo. Tampoco ha atendido la propuesta el PNV de buscar un «mínimo de suelo de entendimiento común» entre todos los partidos para ayudar a la gestión de la crisis dentro y fuera, tal y como recalca Europa Press.

Otras formaciones como IU como UPyD o el BNG fueron más allá en sus críticas ya que aunque proponen pactar no ven voluntad del Ejecutivo para llegar a acuerdos, por lo que exigen la dimisión de Rajoy por estar al frente de un “gobierno agotado”.

El presidente hizo como que recogía el guante del pacto pero puso como condiciones no volver a las políticas del pasado y reprochó al PSOE que no haya apoyado hasta el momento ninguna propuesta del Ejecutiva.

Ante las acusaciones repetidas de que los socialistas quieren volver a recetas que ya han fracasado, Pérez Rubalcaba fue contundente: “Ni la de Zapatero ni la de Rajoy, yo le propongo la política de Rubalcaba». Después, el líder socialista anunció que la próxima semana le enviará al presidente su propuesta económica completa.

No cambiará el rumbo

A pesar del aluvión de críticas y reproches, el jefe del Ejecutivo ha dejado claro que no tiene intención de cambiar el rumbo y para justificar que hay que seguir en el camino que el Gobierno emprendió hace año y medio, ha enumerado algunos de los signos positivos que empiezan a verse en la economía española –caída de la prima de riesgo, «vuelco» en la balanza de pagos o abaratamiento de los intereses de la deuda– que, a su juicio, evidencian que «algo está cambiando» y que España está ya «en una situación más sólida y con más futuro que hace un año».

«Esto empieza a funcionar. Nos queda todavía mucha tarea que atender, pero llegará la cosecha», ha proclamado Rajoy. La idea de que España ya ha salido «de lo peor», de que han «detenido la caída» y de que el año próximo se saldrá de la recesión y la economía comenzará a crecer, fue el mensaje optimista que repitió en varias ocasiones.

Discurso repugnante

Uno de los momentos más tensos fue el enfrentamiento entre la portavoz del PSOE, Soraya Rodríguez, y la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría con el telón de fondo de la reforma de la ley del aborto.

La socialista le ha pedido a la vicepresidenta que rectifique el «repugnante» discurso sobre el aborto de algunos miembros del Ejecutivo y del PP y que rectificase en el hemiciclo las declaraciones del ministro del Interior, Jorge Fernández Días, o las de la diputada del PP Beatriz Escudero, que opinó que las mujeres con menor formación son las que más abortan.

Sus palabras fueron por Sáenz de Santamaría aunque lo hizo para señalar que el aborto no es un derecho de todos los españoles que, en cambio, sí lo es el derecho a decidir, pese a que algunas fuerzas políticas intentan limitarlo sólo a los habitantes de Cataluña. Criticando que los socialistas acudieran a la cumbre de Artur Mas.

El lado más humano del debate fue conocer que Rubalcaba había tenido que abandonar el hemiciclo tras conocer el fallecimiento de una amiga personal, hermana del portavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid, Jaime Lissavetzky.

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