Rajoy encarga a Arenas sofocar la rebelión interna en el PP

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Rajoy encarga a Arenas sofocar la rebelión interna en el PP

A Mariano Rajoy no paran de crecerle los enanos. Si no es el ‘caso Bárcenas’, es el Gürtel, los impuestos o el déficit. Sea como sea, cada día que pasa tiene que hacer frente a un nuevo ‘incendio’ en las filas del PP. Una situación que María Dolores de Cospedal ha sido incapaz de sofocar. Por ello, el presidente del Gobierno ha decidido recurrir a un veterano popular como Javier Arenas para devolver la calma a un PP que es una auténtica olla a presión a punto de estallar.

El que fuera líder del partido en Andalucía, exministro con Aznar y exsecretario general del PP ha sido el elegido por Rajoy para tomar las tiendas de Génova ante una Cospedal, incapaz de poner orden en el partido. Arenas, que hasta ahora ostentaba la vicesecretaría de Política Autonómica del PP, tendrá una misión aún más importante: sofocar el ‘incendio’ en el que se encuentran los populares.

El dirigente sevillano tratará de calmar y tranquilizar los ánimos de unos compañeros de partido ‘hartos’ de Rajoy, del Gobierno y de Génova. Cada vez que Moncloa aprueba alguna medida, los populares locales y autonómicos sufren en ‘sus carnes’ las repercusiones de las mismas. Los alcaldes, diputados o presidentes regionales se convierten en las dianas de las críticas de los ciudadanos a los recortes o ajustes del Ejecutivo.

Una situación que ha provocado que muchos de estos cargos públicos se hayan encarado con el propio Rajoy y Génova, escenificando la división que existe en el Partido Popular. No hay más que recordar los reproches de Esperanza Aguirre o José Antonio Monago.

Esto es lo que tratará de evitar Arenas que se ha erigido como uno de los hombres de confianza del líder del PP, incluso por encima de Cospedal, que no ha logrado aplacar las críticas de sus compañeros.

Arenas, curtido en mil batallas, tiene ahora que extinguir las críticas por los ‘papeles secretos’ de Luis Bárcenas o el posible déficit a ‘la carta’ que Cataluña espera conseguir de Moncloa. En resumen, hacer que el PP vuelva a la situación que se vivió en el Congreso de Valencia: a nadie se le esconde cierto malestar interno, pero todos apoyan a Rajoy.

En esta tarea, Arenas no estará solo. Junto a él tiene a importantes dirigentes andaluces como los ministros de Hacienda y Empleo, Cristóbal Montoro y Fátima Báñez, y la titular de Sanidad, Ana Mato. Incluso, según fuentes políticas, contaría con el respaldo de la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, cuya imagen en el PP es inmaculada.

La compañía de estos ministros es de vital importancia, porque Montoro y Báñez son los que tienen en su poder la decisión de ‘repartir’ dinero y ayudar a crear empleo.

Un bloque, el liderado por Arenas, en el que no estarían Luis de Guindos, José Manuel Soria o Ana Pastor, ministros impopulares y dados a las privatizaciones.
La rebelión interna que se ha desatado en el PP no sólo ha dejado en evidencia a Cospedal, sino que está poniendo contra las cuerdas a Alberto Ruiz Gallardón. El ministro de Justicia ha recibido un aluvión de críticas por parte de sus compañeros populares por su incapacidad para controlar el ‘caso Bárcenas’ y el Gürtel.

El exalcalde se erigió para controlar estas causas y minimizar sus repercusiones tras su éxito en el ‘caso Naseiro’, pero la realidad ha sido muy diferente. Y es que, cada semana hay una nueva polémica en los ‘papeles’ del extesorero que ponen a Génova en evidencia.

Tan denostada está la imagen de Gallardón que hay quién se atreve a criticarle públicamente. Este ha sido el caso del portavoz adjunto del partido en el Congreso, Rafael Hernando, que le ha reprochado su reforma de la ley del aborto.

Retomando la misión de Arenas, el que fuera ministro con Aznar ya se encuentra inmerso en esta tarea en los contactos que está manteniendo con los alcaldes del PP sobre la reforma local, donde les reclama lealtad al Gobierno.

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