Andoni Ortuzar, presidente del PNV

Entrevista

Andoni Ortuzar, presidente del PNV

Andoni Ortuzar, presidente del PNV

“Los partidos españoles tendrán que decidir si prefieren un lehendakari del PNV o uno de la izquierda abertzale” El presidente del PNV repasa la actualidad política donde acusa al PSOE de no ser “ni carne ni pescado”, y a Podemos de ser “papel celofán” con poco contenido.

Andoni Ortuzar Arruabarrena es la voz suprema del Partido Nacionalista Vasco. Hablamos del presidente del PNV, un partido centenario que aspira en estas elecciones autonómicas del 25 de septiembre a reeditar gobierno. Las encuestas dan una ventaja considerable al partido presidido por Ortuzar, pero al quedarse lejos de la mayoría absoluta ha querido lanzar un aviso a navegantes: “Los partidos españoles tendrán que decidir entre un lehendakari del PNV u otro de la izquierda abertzale”. Con este mensaje quiere rebajar la presión que algunos actores políticos han realizado al PNV y al resultado que estos comicios pueda deparar. “Es una artimaña para esconder su incapacidad”, ha criticado Andoni Ortuzar, que ha repasado en ElBoletin.com diferentes cuestiones sobre la política vasca y el estado de la política nacional.
 
¿Qué Euskadi se imagina el PNV para los próximos cuatro años?
 
Una Euskadi con mucho menos paro, con la convivencia y la paz asentada y con el autogobierno que los vascos, y sólo los vascos, decidan que quieren tener.
 
¿Qué hará el PNV para cumplir esos deseos?
 
Seguiremos estando muy volcados en la cuestión económica, en salir de la crisis, en construir más y mejores puestos de trabajo. Sobre todo para los jóvenes y los parados de larga duración. Trabajaremos para mantener la calidad de los servicios públicos y para que este país que ha vivido 50 años de violencia terrorista, juntado a la dictadura, vuelva a vivir en paz. Pero con una sociedad reconciliada. Con una convivencia de verdad. La paz es algo más que el fin de la violencia. Es también la reconciliación, es sanar las heridas que ha dejado el terrorismo, y ahí tenemos un trabajo que realizar.
 
Entiendo que esos son entonces los ejes por los que discurrirá el PNV durante esta campaña electoral…
 
Sí, empleo, convivencia y autogobierno. Son las tres patas de nuestro programa.
 
¿Le sorprende las esperanzas puestas por determinados actores políticos de la política nacional en las elecciones vascas, cuando es bastante probable que esos actores (PP y PSOE) no obtengan un buen resultado en esos comicios?
 
Es un subterfugio y una artimaña para esconder su incapacidad para avanzar y salir del embrollo del bloqueo en el que está la política española. Las elecciones vascas poco van a atascar o desatascar la política española y poca influencia van a tener.
 
Desde luego que si se hace ese análisis en base de que el PNV vaya a cambiar de posición dependiendo de los resultados, se equivocan. Primero porque ni tan siquiera hay una posibilidad real de establecer un paralelismo entre la situación política española y la vasca. Yo creo que muchos de los que hacen ese análisis desconocen la legislación vasca. En Euskadi no se puede dar ese bloqueo. Aquí habrá un lehendakari, que será Urkullu u otro, si los números dan a la izquierda abertzale y Podemos, y se juntan. Pero habrá un lehendakari. Aquí no se puede votar que no a un candidato.
 
Argumentan que, a tenor de las encuestas, el PNV no alcanzaría la mayoría absoluta y que por lo tanto necesitaría el apoyo de otros partidos para gobernar…
 
En Euskadi la gobernabilidad y la pluralidad siempre ha sido distinta a Madrid. Aquí, por suerte o por desgracia, nunca ha habido gobiernos con mayoría absoluta. Ni siquiera con mayorías tranquilas. Aquí siempre ha habido que pactar y acordar. Salimos de una legislatura en la que hemos gobernado con 27 parlamentarios de 75, y hemos acordado con todos los partidos. Desde el Partido Popular a la Izquierda Abertzale, así que esa práctica de gobernabilidad a varias bandas en práctica habitual. El el próximo gobierno no va a tener que depender de un solo partido. No veo ningún dato que pueda salir de las urnas del 25 de septiembre que desde Euskadi hagan cambiar las posibilidades de los partidos españoles. Salvo que cada uno esté mirando a su propia casa, y los resultados del PSE y el PP se analicen en clave interna.
 
Es probable que esa presión que tratan de poner sobre el PNV vaya en relación a que EH Bildu y Podemos puedan pactar un candidato para la investidura a lehendakari, y necesitéis el apoyo de otro partido para investir a Urkullu…
 
Ahí los partidos españoles tendrían que decidir qué prefieren, si un lehendakari del PNV o un lehendakari de la izquierda abertzale. Allá ellos. Estos discursos tan moralizantes que se hacen sobre la izquierda abertzale y sobre si pueden o no hacer política, pues bueno, ellos sabrían lo que tendrían que hacer. En cualquier caso creo que esa es una hipótesis que no se va a dar.
 
¿Ustedes con quién preferirían gobernar en Euskadi?
 
Nosotros tenemos una relación política preferente con el Partido Socialista de Euskadi en la medida en que gobernamos las diputaciones vascas en un pacto de gobierno con el PSE, y en gran parte de los ayuntamientos vascos, entre ellos las tres capitales, también las gobernamos con participación en los consejos de gobierno del PSE.
 
Escuchando las críticas de Idoia Mendia hacia el PNV cualquiera diría que mantenéis esos pactos…
 
El PSE de los últimos meses quiero creer que es una deriva puramente electoral. Está haciendo un esfuerzo titánico y a veces ridículo por distanciarse del PNV. Creo que las palabras de Mendia son un dato más del desnorte, de la falta de criterio político de saber hacia dónde se quiere ir del Partido Socialista, especialmente el de Euskadi.
 
La irrupción de Podemos posiblemente haya tenido algo que ver en esa nueva búsqueda de estrategia…
 
Ellos han visto la irrupción de Podemos como una amenaza. Pero lo curioso es que en lugar de combatir o confrontar con datos y propuestas a los que les vienen a disputar el campo político, lo que hacen es repetir y amplificado y exagerado lo que dicen los de Podemos contra nosotros. Con lo cual en vez de competir democráticamente contra Podemos, lo que hacen es competir con ellos en ver quién dice la mayor burrada. Con lo cual, el PSE no es ni carne ni pescado. Empieza a ser un holograma, porque no reivindica su función como partido de gobierno e institucional, incluso parece que se arrepiente, pero tampoco es un partido anti sistema. En cambio su discurso político lo parece. El PSE tiene un grave problema, que es intentar buscar su sitio en el mapa político.  
 
A quien sí le interesa polarizar la campaña con vosotros es a Podemos, y hasta el momento desde el PNV tampoco habéis rehuido ese enfrentamiento político. ¿No es una estrategia más complicada polarizar con un partido (Podemos) que está a favor del derecho a decidir y de un mayor desarrollo del autogobierno?
 
Es muy difícil confrontar con un partido que solo vuelca críticas con lo que hay, pero no propone alternativas. No sabemos qué es lo que ofrece Podemos a este país, qué es lo que quiere en Sanidad, Educación, en Economía…hasta ahora ha lanzado eslogans. Pero no van más allá de los 140 caracteres de un tuit. Son muy aficionados a la política tuitera, pero no hay detrás un programa con el que podamos confrontar. Ahí es donde la sociedad se está dando cuenta de que Podemos es un papel de celofán sin nada dentro. Tiene bonita apariencia, pero cuando abres el celofán el contenido decepciona. Porque no hay nada. Lo vimos en el debate de ayer en ETB1.
 
También es cierto que la candidata de Podemos, Pili Zabala, no está acostumbrada a esos formatos y se le vio visiblemente nerviosa…
 
Es cierto, y tiene un mérito grandísimo ir allí y estrenarse con gente que lo tiene pelado de debates. Pero es una opción que ellos eligieron.
 
A pesar de las críticas, en las últimas elecciones se ha constatado que Podemos ha convencido a una gran parte de la sociedad vasca…
 
Lo vamos a ver en estas elecciones. El Podemos verdadero en Euskadi. A mí me da la sensación que el de las elecciones generales, más que mérito de Podemos, era demérito de la política española. Yo creo que hay una gran parte de la sociedad vasca que entendió que para protestar e intentar cambiar lo que estaba pasando en España votó a Podemos sin ser de Podemos. Los eligieron como una vía por donde canalizar su frustración o protesta. Pero en las municipales y autonómicas, Podemos fue otra cosa en Euskadi.
 
El otro día dijo que la izquierda abertzale siempre utiliza muy bien el victimismo, en referencia a la inhabilitación de Arnaldo Otegi. ¿A qué se refería exactamente?
 
Hay que reconocer que esta situación no la ha buscado, y que todo esto parte de una injusticia a nuestro entender, porque Otegi no debería haber estado en la cárcel. Pero una vez dicho esto, es verdad que la izquierda abertzale juega muy bien al judo con la torpeza política española y del PP. Porque el PP pensará que eso en España está muy bien visto y que le hace ganar enteros aparentar ser un partido que es duro contra los terroristas o contra los violentos. Pero en Euskadi eso está mal visto. Todo el mundo, yo creo que incluso los votantes del PP, saben que eso no es el camino que necesita Euskadi. Y la izquierda abertzale utiliza muy bien ese sentimiento para atraer a parte del electorado que ha ido perdiendo. Es el mejor medio para apiñar, apelar a la agresión exterior, a la injusticia con la que se ha operado contra Arnaldo Otegi.
 
¿Considera que puede haber habido algún tipo de intencionalidad en la izquierda abertzale?
 
La izquierda abertzale podía haber hecho otra estrategia de defensa de la que ha hecho, pero ha querido traer este tema hasta las puertas de las elecciones. ¿Por qué? Porque siendo mal pensados le interesaba acercarse a la cita electoral, y sabiendo que había un altísimo porcentaje de que Arnaldo Otegi sería inhabilitado, utilizar ese asunto como combustible para su campaña electoral. De hecho los primeros días de campaña no hubo otro tema en la comunicación de EH Bildu. Solo hablaban de Otegi.
 
En clave de política nacional, y sabiendo que el PNV prioriza la agenda vasca, ¿cuál de las tres opciones posibles le resulta más atractiva, o menos mala? Rajoy presidente, Sánchez presidente o terceras elecciones.
 
A nosotros unas terceras elecciones nos parecerían un auténtico fracaso de los partidos, y un poco del sistema, porque se revelaría que hay una falla en el sistema que no ha previsto que estas situaciones se puedan dar. No como en Euskadi, que nuestra ley impide estos bloqueos. A partir de ahí creemos que hace falta un gobierno que haga frente a los presupuestos y a los mandatos de Bruselas. Pero no está en nuestra mano ni que salga Rajoy, ni que surja una alternativa. Da la sensación que unos por otros, la casa sin barrer. Y que los partidos españoles están más cómodos en campaña electoral que gobernando.
 
Si estuviera en la mano del PNV decantar la balanza hacia Sánchez o Rajoy, ¿dónde pondría la mano?
 
En el medio. Tenemos mucha experiencia política de haber hecho muchos pactos y que después nos hayan engañado. Siempre hablaremos con todo el mundo e intentaremos negociar con aquel que entienda nuestras reivindicaciones. Que además las expresamos de manera correcta y no de manera rupturista. Se puede buscar una convivencia armónica en la que las partes del Estado que no nos sentimos hoy a gusto y que no sentimos reconocida nuestra particularidad nacional podamos tenerla reconocida.
 
En cuanto a esa búsqueda de identidad política nacional, ¿el PNV tendría la voluntad de desarrollar un proceso similar al que se está llevando a cabo en Cataluña?
 
Nosotros ya tenemos abierto un camino en el Parlamento Vasco que pasa, primero por un acuerdo con los partidos vascos, cuanto más amplio posible mejor. Un acuerdo en el que consensuáramos el autogobierno que para un futuro próximo necesita este país. Una vez hecho ese acuerdo en Euskadi iríamos a las cortes generales a buscar el acuerdo también con las autoridades españolas, y también con las europeas. Una parte del nuevo autogobierno tiene que ver más con Europa que con España. Ahí veríamos la auténtica voluntad política y la apertura de mentes que hay en el Estado.

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