La comunidad educativa critica el trato de favor a la asignatura de Religión para pasar de curso

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La comunidad educativa critica el trato de favor a la asignatura de Religión para pasar de curso

Aula de un colegio

La Marea Verde y los directores de la Comunidad de Madrid denuncian que se prima “asignaturas como la Religión frente a otras asignaturas de verdadero carácter científico” a la hora de pasar de curso. Los nuevos criterios que ha impulsado la Comunidad de Madrid para que los alumnos pasen de curso han descolocado por completo a la comunidad educativa. Con la nueva medida de la Consejería de Educación, un alumno podría llegar a suspender hasta tres asignaturas y promocionar al siguiente curso sin problema alguno.
 
¿A qué se debe esta situación? Tal y como denuncia la Marea Verde y Adimad (Asociación de Directores de Madrid), este “nuevo ataque”, como lo definen, distingue, “en ese afán de establecer rankings y poniéndolas a competir”, en tres tipos a las asignaturas que se imparten:
 
En un primer lugar, están las asignaturas de primera categoría: las conocidas como troncales que computarán siempre para la promoción; a éstas se le suman Educación Física y Religión (para la Marea Verde ya no sorprende que se decida “impulsar un carácter claramente ideológico y no científico”) o Valores Éticos, según lo que elija el alumno.
 
En la segunda categoría, a las cuales “la Consejería no dota del mismo valor ya que sólo computará una de ellas, aunque los alumnos puedan cursar más de una”, se encuentran las asignaturas de Cultura Clásica, EPV (Educación Plástica y Visual), Iniciación a la Actividad Emprendedora y Empresarial, Música y Segunda Lengua Extranjera.
 
Y, por último, las de tercera categoría, “que la Consejería desprecia” y que reciben el nombre de “Libre Configuración Autonómica”. En este grupo se encuentran las asignaturas deTecnología, Programación y Robótica, Recuperación de Lengua Castellana y Literatura, Recuperación de Matemáticas, Deporte, Taller de ajedrez, Ampliación Matemáticas y Taller de Música y que los alumnos podrán cursar hasta en tres cursos y “que no computarán para la promoción”.
 
El desprecio a los profesores de la última categoría
 
Una división que comenzó a chirriar a la Marea Verde cuando el Gobierno de Cristina Cifuentes demostró, a su entender, una “ineficacia e improvisación” enviando los criterios en periodo vacacional (el 9 de agosto), fecha en la que el profesorado y el alumnado “no tienen conocimiento para su aplicación, como la ley indica”. Un anuncio que ha provocado que las juntas de evaluación se hayan tenido que repetir “con urgencia […] con el perjuicio que conlleva para la previsión de grupos, plazas, horarios y comienzo de inicio de curso”.
 
Pero, ¿qué consecuencias trae este fraccionamiento de categorías? Según denuncia la Marea Verde, “un alumno de la ESO que cuenta con 10 asignaturas por curso podrá abandonar desde el comienzo estas asignaturas ‘subordinadas’ sabiendo de antemano que no le limitará la promoción”.
 
Y en ese escenario entra en juego los profesores de dichas asignaturas “despreciadas”. “¿Se prestigia la labor docente con esta promoción que desprecia el esfuerzo de los mismos al programar, temporalizar y evaluar unas asignaturas que no van a ser tenidas en cuenta?”, se pregunta el colectivo en defensa de la educación pública.
 
Con esta medida, la comunidad educativa también saca a relucir una contradicción mayúscula: si la “cultura del esfuerzo” es la principal argumentación que sale desde el Ministerio de Educación para defender la LOMCE, con esta división se olvida dicho argumento.
 
Pero en la Comunidad de Madrid también se encuentran movimientos sin justificación alguna: “¿Qué sentido tiene que la Comunidad de Madrid haya elegido Tecnología, Programación y Robótica como asignatura de Libre Configuración Autonómica y que deba ser cursada de forma obligatoria de 1º a 3º y no compute para la promoción?”, asevera la Marea Verde.
 
Por todo esto, desde la comunidad educativa denuncian tanto “la improvisación e ineficacia de estas medidas”, así como “el desprecio por la labor de los docentes y del derecho del alumnado a conocer los criterios de promoción y evaluación que le van a ser aplicados”. Una crítica en la que tampoco está exento “el sesgo ideológico de la LOMCE” que aprecia la Marea Verde al ver “que prima asignaturas como la Religión frente a otras asignaturas de verdadero carácter científico, que hace competir y a jerarquizar unos conocimientos frente a otros”.

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