El presidente de Ciudadanos afirma que está en contra de la banca pública y de la presencia de políticos en el sector. Luis Garicano es consejero de Liberbank desde enero de 2012. El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, fue contundente en el ‘cara a cara’ que protagonizó anoche con el líder de Podemos, Pablo Iglesias, en el programa Salvados de laSexta. Ni está a favor de la banca pública, ni de la presencia de políticos en ese sector. “Los políticos han hecho de banqueros con Caixa Catalunya, con Bankia, etc. No hacen falta más políticos en las cajas. Hacen falta menos políticos en esos sectores”, declaró Rivera.
Sin embargo, las palabras del candidato a la presidencia del Gobierno del partido “naranja” son bastante contradictorias con un hecho que Rivera olvidó o, al menos, prefirió no mencionar. Se trata del hecho de que el responsable de su programa económico, Luis Garicano, es vocal del Consejo de Administración de Liberbank desde el 17 de enero de 2012, según consta en la página web de esta entidad.
Garicano es un hombre de la máxima confianza de Rivera. Tanto es así que le sirvió de “telonero” en el acto de proclamación del líder de Ciudadanos como candidato a la presidencia del Gobierno el pasado 5 de julio en el Teatro La Latina de Madrid. Además, se incorporó a finales de agosto a la ejecutiva del partido.
Por ello este “olvido” resulta quizá un tanto sorprendente, pero no es la única incoherencia sobre este asunto. Así, en junio 2010, Luis Garicano, declaró que el Sistema Institucional de Protección (SIP) «no es suficiente» para solucionar la crisis de las cajas. No obstante, un año y medio después este factor no fue impedimento para que el economista decidiese entrar como vocal de un banco constituido en 2011 por Caja Castilla la Mancha, Cajastur, Caja de Extremadura y Caja Cantabria, precisamente bajo la modalidad de dicho mecanismo de consolidación de entidades de crédito.
Una operación que convirtió a la entidad resultante, Liberbank, en un banco y, por tanto, no sometido a la Ley 26/2013. Pero las palabras de anoche de Rivera, no parecían dar lugar a compatibilizar el ejercicio del cargo de miembro de los órganos de gobierno de una entidad bancaria con el de un cargo ejecutivo en un partido político. Algo que, por otra parte, la mencionada Ley sí prohíbe para los casos de Cajas de Ahorros y Fundaciones Bancarias.
Y precisamente de la crisis de las cajas, es de donde ha nacido esta entidad que recibió 124 millones de euros en ayudas en forma de bonos convertibles contingentes (CoCos) suscritos por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) y como parte del rescate bancario que España tuvo que solicitar en 2012.
Además, este no es el primer asunto controvertido relacionado con esta entidad en el que se ve inmerso el responsable del programa económico de Ciudadanos, quien cobra por esta función en torno a 100.000 euros, según Bloomberg. En febrero de este año, la sección sindical de CSI en Liberbank escribío una carta abierta al economista en la que le pedía explicaciones por las diferentes polémicas en las que se ha visto envuelta la entidad.
La formación sindical señaló entonces que mientras Garicano se sentaba en su consejo, Liberbank aprobó un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) que fue anulado por la Audiencia Nacional. En esa misma línea, CSI denunció también los “despidos encubiertos” que en la práctica se producían a través del traslado a “cientos de kilómetros” de empleados “seleccionados por su situación familiar”.
CSI se refirió entonces también a la polémica decisión de Liberbank de comenzar a distribuir dividendo a pesar del ERTE todavía en vigor y recordó a Garicano que los trabajadores de la entidad estaban sufriendo recortes salariales “inéditos en el sector”. Además, el sindicato recordaba las prestaciones de desempleo que, por los recortes de jornada laboral contenidos en el ERE en vigor, tuvo que desembolsar el SEPE equivalentes a 10 millones de euros al año.
“Un fraude tanto a los trabajadores de Liberbank como a las arcas públicas”, según definían desde el sindciato en la mencionada carta abierta. En ella, también se criticaba que los miembros del consejo de Liberbank, entre ellos Garicano, “se habían autoadjudicado dietas por asistencia a las reuniones de dicho consejo que ascienden a 2.500 euros por reunión para los que residen en España y 5.000 euros por reunión para quienes residen en el extranjero”.
Además, en septiembre de este año la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) sancionó a Liberbank por la comercialización de determinados «productos financieros complejos». Al igual que, en ese mismo mes, el ministerio de Trabajo sancionó a la entidad por obstruir el trabajo de los inspectores.
Por último resulta también pertinente que Liberbank, según se puede observar en su propia página web, tenga participación en diversos grupos industriales cuya actividad económica depende de la gestión de servicios básicos y que se ven afectados directamente por decisiones políticas. Es el caso, por ejemplo, de Aquanex, el Servicio Domiciliario de Agua de Extremadura, del que posee un 45%.
