Hacienda constata un fraude fiscal en Defex pero defiende no investigarlo

Corrupción

Hacienda constata un fraude fiscal en Defex pero defiende no investigarlo

Soldados africanos

La comercializadora de armas dependiente de la SEPI desvió más de 40 millones a paraísos fiscales en relación a un contrato de 150 millones de euros con Angola. La empresa comercializadora de armas Defex, que depende de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), refleja en sus cuentas un fraude fiscal de 6 millones de euros tras desviar más de 40 a paraísos fiscales. Según informa Cadena Ser, un informe de la Agencia Tributaria constata que más de una cuarta parte de los 152 millones de euros generados tras un contrato con Angola, y que destapó una trama de corrupción entre funcionarios angoleños y españoles, dejó de pagar impuestos tras ser desviado.

Según el mismo medio, Hacienda concluye en su informe que Defex incurrió en un delito fiscal de 3,3 millones de euros por el impuesto de sociedades de 2008, año de la firma del contrato, y de 2.7 millones más en el ejercicio 2009. Ambos fraudes compartidos con Comercial Cueto, la empresa privada con la que se asoció para el contrato angoleño.

Pero el departamento de Cristóbal Montoro aporta esta documentación a petición del juez José de la Mata, al que respalda Anticorrupción: Hacienda recuerda que Defex no está obligada a tributar por separado, sino de forma consolidada con el resto de sociedades que constituyen el SEPI. Al repartirse esa evasión entre todas las empresas, no existiría delito fiscal.

Las fuentes consultadas por Cadena Ser censuran la actuación de Hacienda, y sospechan que habrá más delitos fiscales en las piezas separadas que investigan contratos firmados con Camerún y Arabia Saudí.

En el caso del contrato con Angola, que destapó el escándalo, Defex, en colaboración con Comercial Cueto, aprobó vender armas por 152,9 millones. Sin embargo el país solo recibió equipamientos valorados en poco más de 50. Los más de 100 millones restantes se los repartieron, supuestamente, entre funcionarios angoleños y los jefes de la trama en España.

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