El ministro de Educación duda que vaya a haber una mayoría alternativa para derogar una ley “razonable” y que prevalecerá el sentido común. José Ignacio Wert, ministro de Educación, Cultura y Deporte afirmó en RNE afirmó que no “tiene ni idea” del daño que puede hacer en la opinión pública la imagen de ver salir a Luis Bárcenas de la cárcel. Y después de dejar claro que no tiene por el extesorero del PP “ni la menor simpatía ni el menor recelo” recuerda que no ha sido juzgado y que goza de la presunción de inocencia.
Wert recordó que “en España el tema de la prisión provisional no tiene que ver con la repulsa social» que pueda suscitar un ca so sino con el riesgo que exista de que la persona imputada eluda a la acción de la justicia. Y dijo que cree que lo que la Audiencia Nacional ha determinado con la fianza es que no existe riesgo de destrucción de pruebas ni de fuga: “Yo entiendo que haya gente que le repugne esa decisión pero está tomada en base a unas leyes y a la independencia judicial y no se puede más que acatarla”, recalcó el ministro.
Sobre el adelanto electoral de Andalucía, dijo Wert que hay gente que se pregunta si en una situación como la que tienen Andalucía interesa que haya tres procesos electorales en el curso de ocho meses y más cuando se tienen indicios de que estas decisiones se toman en función de intereses de partido.
Sobre la denominada ley Wert, la polémica LOMCE, y a la pregunta de si teme que no sobreviva al PP, el ministro dijo “estoy muy tranquilo porque tiene que haber esa mayoría alternativa para derogarla” y también señaló que no cree en la posibilidad de que se derogue ya “los argumentos son esencialmente ajenos a lo que la propia ley dice”, destacando que el “proceso de descalificación sobre la LOMCE se ha basado en cuestiones muy marginales a la propia ley».
Wert recalcó que esa hipótesis de la derogación “no la considero para nada” e insiste en que no se hará porque no habrá una mayoría alternativa, pero también porque sus aspectos medulares son muy “razonables” y han hecho mejor el sistema educativo. Y concluyó que como es “un optimista sin remedio” cree que al final es posible que prevalezca el sentido común.
