Los vecinos de Cuenca se echan a la calle en contra del cementerio nuclear

Energía nuclear

Los vecinos de Cuenca se echan a la calle en contra del cementerio nuclear

Villar de Cañas

La construcción del ATC supondría un desembolso por parte del Gobierno de 2.700 millones de euros. Los vecinos de Cuenca volverán a salir a la calle durante este martes para exigir la paralización del proyecto que pretende establecer en uno de los pueblos de la provincia, Villar de Cañas, un almacén temporal centralizado (ATC) de residuos nucleares.

La plataforma contra el cementerio nuclear en Cuenca ha convocado una concentración para este martes, a las seis de la tarde, en la Plaza de España de esta provincia, con motivo del tercer aniversario de la adjudicación de este proyecto. Así, la plataforma congrega a todos aquellos vecinos que quieran mostrar su descontento y la falta de consenso.

El objetivo principal es conseguir la paralización “inmediata y definitiva” del proyecto y “pensar la opción menos mala para los residuos nucleares, de forma democrática”, tal y como ha declarado Job Moya, portavoz de la plataforma. “Estamos día a día más convencidos de que, el ATC de Villar de Cañas, pasará a ser solamente una terrible pesadilla”. Un sueño del que “se está empezando a despertar”, añade.

Además, la plataforma considera que se debería realizar un calendario de cierre de las centrales nucleares “para dejar de producir estas sustancias que tantos quebraderos de cabeza están produciendo a los técnicos y a los políticos”. Porque, aseguran que construir el ATC supondría un desembolso por parte del Gobierno de 2.700 millones de euros, que de otra manera supondría un ahorro para las arcas públicas.

Paralelamente, Moya asegura que no van a permitir que se adjudique la obra principal del ATC “jugando con el dinero público y nuestra seguridad”, por ello, se oponen “de forma pacífica pero contundente”. “Seguiremos con las movilizaciones y, si hace falta, iremos a los tribunales”.

Y una vez más, los vecinos de Cuenca pedirán la dimisión de Gil-Ortega (presidente de Enresa), José María Saiz (Alcalde de Villar de Cañas) y María Dolores de Cospedal. “A la vista de la tremenda chapuza” que han llevado a cabo estos cargos, sin otro razonamiento que “los motivos políticos”, estas tres personas “tendrían que dejar su puesto”.

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