Desde 2008 el número de visitantes se ha ido reduciendo paulatinamente, hasta alcanzar una cifra de 10.735 personas. Tras los dos días en los que el Congreso de los Diputados ha abierto sus puertas a los ciudadanos, se han acercado un total de 10.735 personas. Un dato mucho menor que los años anteriores, y que no tiene precedente histórico.
Durante el día del miércoles, pasaron por la cámara baja 5.140 personas y el jueves llegaron a las 5.595. Su suma queda muy por debajo de las 12.703 que acudieron el año pasado, y aún más lejos quedan las cifras de 2011, que alcanzaron las 15.639 personas.
Los datos facilitados por la Cámara Baja muestran que la primera edición en la que se llevó a cabo este acercamiento a los ciudadanos por parte del poder ejecutivo, en 1997, acudieron al evento unos 20.000 ciudadanos, y en el año 2000 más de 26.000 personas.
Todo esto coincide con un fuerte clima de desafección hacia la clase política, tal y como lo demuestra la encuesta del CIS, que revela que este indicador se disparó en noviembre en 21,5 puntos, siendo mencionado por el 63,9% de los encuestados. Se trata de su máximo histórico, que se ha alcanzado tras conocerse la trama de la ‘Operación Púnica’.
