El Ayuntamiento de Madrid gasta el doble en asesores que en museos

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El Ayuntamiento de Madrid gasta el doble en asesores que en museos

Ana Botella, alcaldesa de Madrid

El Consistorio destina 10,3 millones de euros para pagar la nómina de los 216 cargos de confianza elegidos ‘a dedo’. El Ayuntamiento de Madrid, en manos del PP desde hace 23 años, mantiene una gran bolsa de cargos ‘a dedo’. A fecha de 1 de julio, el equipo de Ana Botella contaba con 86 asesores, a los que hay que sumar los 84 empleados eventuales de los grupos políticos, los cinco de los Organismos Autónomos y los 41 de las Juntas de Distrito. En total, el Consistorio paga el sueldo a 216 trabajadores eventuales, que no han pasado por una oposición o concurso de méritos, que suponen un gasto total de 10,3 millones de euros y unas retribuciones anuales brutas medias de 48.000 euros.

La cifra habla por sí sola: supone una quinta parte del presupuesto para el Samur (que en 2013 ha pasado de los 48 a los 47 millones de euros), una décima parte del de los bomberos (101 millones), casi mitad del de las bibliotecas (23,4 millones) o incluso el doble que el de museos (5,8 millones). También equivale a cerca de la mitad del recorte para la limpieza de calles desde 2012 y un tercio del tijeretazo que se ha aplicado este año a los servicios sociales (esta área perdió 30 millones, un 12,7% de su presupuesto). Todo ello en una ciudad que arrastra una deuda elefantiásica de 7.389 millones.

A pesar de que el Consistorio ha recortado el número de asesores en el último año (han pasado de 255 – que cobraran en conjunto 11,96 millones de euros- a los 216 actuales), muchos siguen considerando esta cifra desorbitada.

En declaraciones a elboletin.com, David Ortega, portavoz de UyPD en el Ayuntamiento, critica que en época de crisis se pague el sueldo a estos empleados eventuales, “está demostrado que en muchos casos no son necesarios, que el Ayuntamiento puede funcionar perfectamente con ellos”.

Las críticas de ortega se dirigen sobre todo al caso de las juntas municipales, que dependen del Ayuntamiento y en las que trabajan 41 asesores, ya que hasta 2003 no existían estos cargos y son totalmente prescindibles en su opinión.

Cada Junta cuenta con un consejero técnico y un asesor técnico dependientes del concejal-presidente del distrito, que cobran, respectivamente, 50.000 y 42.000 euros brutos anuales al año, que no existían antes de la llegada de Alberto Ruiz-Gallardón a la Alcaldía.

El personal eventual “es aquél que realiza funciones de confianza o asesoramiento especial, cuyo nombramiento y cese son libres; produciéndose el cese en todo caso, cuando cesa la autoridad a la que presta sus funciones”, según la definición que da el propio Ayuntamiento.

Para David Ortega, los asesores de las Junta de Distrito son a los primeros a los que habría que ‘meter la tijera’, ya que antes el Ayuntamiento sobrevivía sin ellos, se podría ahorrar unos dos millones de euros anuales y se evitaría que, como ahora, “se utilice sólo para poner en nómina a familiares de miembros del PP”.

Nepotismo y amiguismo del PP

El político de la formación magenta recordó que ha habido muchos casos de nepotismo y amiguismo a la hora de fichar asesores para las Juntas de Distrito y hace notar que se contrata hasta a las nueras (recordando el caso de una asesora de Arganzuela que tiene ese parentesco con nuera de la concejala del PP en ese distrito), y también mencionó el fichaje como asesora de la hermana de Esperanza Aguirre en el distrito de Hortaleza, entre otros casos.

Igualmente de Nuevas Generaciones se ‘nutre’ la plantilla de asesores de la Juntas, de los que hay muchos ejemplos, un escándalo que saltó a la luz cuando se supo que Ángel Carromero, vicesecretario general de Nuevas Generaciones del PP de Madrid, se le buscó un cargo como asesor en el Grupo Popular del Ayuntamiento de Madrid, después de ser condenado en Cuba por la muerte en accidente de los disidentes cubanos Oswaldo Payá y Harold Cepero. Hasta esa fecha, casi nadie sabía que Carromero era asesor de la Junta Municipal de Moratalaz, lo mismo que muchos otros ‘cachorros’ del PP que fueron contratados en las juntas de Distrito.

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