El Tesoro Público vuelva a estar en racha: 3.524 millones de euros en bonos a tres y cinco años. En estos últimos ha conseguido los tipos más bajos de los últimos ocho años. El Tesoro Público se ha resarcido en la antepenúltima subasta de deuda del año de sus últimos tropiezos. En la colocación de este jueves ha conseguido encontrar dueño en papeles a medio plazo a 3.524 millones de euros, ligeramente por encima del máximo previsto. Además, ha conseguido los tipos más bajos desde 2005 para sus bonos a cinco años.
La mayor parte del importe conseguido, 2.249 millones de euros, se ha colocado precisamente en la referencia a cinco años. La rentabilidad media de estos papeles se ha situado en 2,722%. Una cifra que, además de quedarse por debajo del 2,871% de la última cita emisora del mismo rango el pasado 7 de noviembre, es la mejor obtenida en los últimos ocho años. Ha mejorado también el tipo marginal, el más alto pagado por alguno de los paquetes colocados en este tramo, al caer del 2,88% al 2,74%. La mejoría ha sido posible también gracias al repunte de la demanda, que ha cubierto en 2,2 veces el volumen finalmente adjudicado.
En la segunda referencia del día, los bonos a tres años, se ha conseguido financiación por los restantes 1.275 millones de euros. El interés exigido por los inversores a estos papeles ha crecido hasta el 2,182% desde el 2,101% cosechado en la subasta del pasado 21 de diciembre. El incremento ha sido aún más evidente en el tipo marginal, que ha pasado del 2,11% al 2,20% de hoy. Pese a este repunte, la demanda ha sido mayor que entonces, hasta las 3,6 veces la oferta.
Con esta emisión, las arcas públicas han conseguido ya cubrir definitivamente el 100% de sus necesidades de financiación a medio y largo plazo. Al organismo dependiente del ministerio de Economía sólo le queda capear el vencimiento de algunas emisiones menores de letras. La puja por papeles a largo plazo del próximo 18 de diciembre podría dedicarse ya a adelantar compromisos de cara al ejercicio 2014.
