Las cotizadas españolas multiplican por cinco sus dividendos en acciones desde 2009

Dividendos

Las cotizadas españolas multiplican por cinco sus dividendos en acciones desde 2009

El dividendo en acciones causa furor en la Bolsa española. A pesar de la escasa tradición que este tipo de pago tiene en el parqué nacional, cada vez son más las compañías que se inclinan por un sistema especialmente beneficioso para sus cajas fuertes en tiempos de crisis. Sólo en los últimos tres años, los pagos celebrados bajo esta modalidad se han multiplicado por cinco.

Hasta el año 2009, no tuvo lugar el primer pago en acciones de una cotizada española a sus inversores. Sólo un año después, cuatro de los dividendos de las compañías de la Bolsa de Madrid se produjeron ya en especie. Dos años después, la cifra alcanzaba ya a 21 de las retribuciones que en ese ejercicio se produjeron. En otras palabras, en los últimos cinco años la recurrencia de estos repartos de acciones se ha incrementado de manera exponencial. Algo en lo que también ha tenido que ver la creciente aceptación por parte del mercado de esta práctica retributiva.

Tal es el gusto de las cotizadas españolas por este modelo de retribución, conocido como ‘scrip dividend’, que en un informe elaborado por el Servicio de Estudios de Bolsas y Mercados Españoles (BME) presentado este martes en Madrid se dice de él que “es, sin duda, el rey”. El documento lleva por título “Fórmulas de remuneración al accionista: significado, implicaciones fiscales, contables y ejemplos” y hace un exhaustivo repaso sobre las alternativas de retribución que se han dado en la Bolsa española en los últimos años. En él se constata la pujanza de este pago en acciones.

“Cada vez con mayor asiduidad [las compañías] pagan en acciones con fórmulas cada vez más sofisticadas”, señala el informe. Una tendencia que, según Domingo García Coto, director del Servicio de Análisis de BME, se mantendrá en el medio plazo, dada la desvinculación del pago a la evolución del beneficio, como sí ocurre con el tradicional pago en efectivo al que en los últimos meses varios bluechips han anunciado su intención de regresar. “En momentos de disminución de los resultados”, prosigue el informe, este ‘scrip dividend’ cobra un especial protagonismo.

Gracias a estas entregas de acciones, muchas cotizadas han logrado mantener su rentabilidad por dividendo que de otra manera hubieran visto muy reducida, ha señalado García Coto. Por este motivo, además de por la caída de precios de cotización que ha acarreado la crisis financiera mundial y en especial las dudas en torno a la solidez de la Eurozona, la Bolsa española vuelve a colocarse en cabeza mundial de la rentabilidad con un 7% a estas alturas del año frente al 2% que marca un gigante como el Dow Jones estadounidense.

Para mayor bien de las cotizadas que optan por el pago en acciones, los inversores “se acogen con notable entusiasmo” a esta fórmula. Una circunstancia que, en la presentación del informe se ha achacado también a la más atractiva fiscalidad que tiene optar por acciones cotizadas, sin necesidad de tributar a Hacienda, como sí es necesario cuando se cobra en efectivo. Sobre este punto, además del director de Estudios de BME ha reparado César García Novoa, catedrático de Derecho Financiero en la Universidad de Santiago de Compostela. “Son fórmulas que ofrecen al inversor un plus de flexibilidad a la hora de optimizar la fiscalidad de su cartera de valores”, concluye el informe.

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