La crisis de deuda alcanza a Francia y Bélgica mientras España e Italia resisten

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La crisis de deuda alcanza a Francia y Bélgica mientras España e Italia resisten

Tras varias jornadas de sobresaltos, el riesgo país de España, al igual que el de Italia, ha conseguido estabilizarse. Pero los especuladores no descansan y ya han encontrado nuevas víctimas. La crisis de deuda soberana de la zona del euro comienza a extenderse y alcanza ya a otros países como Francia y Bélgica, cuyas primas de riesgo han tocado hoy cifras inéditas desde la creación de la moneda única. El bund alemán, de nuevo es el gran beneficiado: Su rendimiento se sitúa ya por debajo del 2,4%, es decir, por debajo de la inflación, algo que no ocurría desde 1960.

La rentabilidad de los bonos de referencia de Francia se situó hoy en el 3,2%, con lo que el diferencial con el bund alemán se amplió hasta los 80 puntos básicos. Mientras tanto, la prima de riesgo del bono a diez años de Bélgica, país inmerso en una severa crisis política, ha alcanzado los 210 puntos básicos.

El acoso a estos dos países se ha producido en una sesión en la que los inversores parecen haber dado una tregua a los mercados financieros de España e Italia y en vísperas de la emisión de bonos del Tesoro español y de la reunión del consejo del BCE.

Hasta ahora, y desde la segunda mitad de 2010, los operadores del mercado tenían claro el orden que iban a seguir los rescates financieros para los países de la zona del euro con problemas: Grecia, Irlanda, Portugal, España e Italia. Sin embargo, en las últimas semanas algunos de estos inversores internacionales han alterado el orden de los dos últimos países. Un default italiano, dicen, es ahora más probable.

Los analistas también están preocupados por la posibilidad de que Italia pueda tener problemas para acceder a la financiación en septiembre, cuando está previsto que subaste 61.700 millones de euros de bonos soberanos, más del doble de la cantidad habitual, aunque una pequeña fracción de la deuda total de 1,8 billones de euros. De hecho, aunque los bonos a diez años españoles aún rentan un poco más que los italianos no ocurre lo mismo con la deuda a menor vencimiento, como los bonos a dos años. Los expertos explican que esto se debe a que el país transalpino tiene mayores necesidades de financiación a corto plazo.

El blanco de los ataques de corte especulador en el mercado de deuda soberana ha cambiado desde que el pasado día 21 de julio los líderes del Eurogrupo lograron un acuerdo para el rescate griego. Desde entonces, estos movimientos se han desplazado desde los países del Viejo Continente que ya han sido rescatados a España e Italia, países que parecían aguantar mejor que sus vecinos periféricos los envites del mercado y que ahora centran la atención del debate sobre la crisis de deuda.

Con los primeros contactos del Eurogrupo el 18 de julio, la calma llegó al mercado de deuda europea aunque por poco tiempo. Los detalles del plan no lograron diluir todas las dudas sobre la solvencia de las economías rescatadas de la Eurozona -gracias también a las recurrentes bajadas de nota por parte de las agencias de ‘rating’-, pero sí consiguieron sacar a Atenas, Dublín y Lisboa de los ataques especuladores para desgracia de las arcas españolas y sobre todo italianas, que se han colocado en el centro del huracán financiero de la crisis.

Lisboa ha sido una de las grandes beneficiadas de este cambio de rumbo. Mientras que la rentabilidad exigida a los bonos portugueses a diez años el pasado 18 de julio era del 12,67%; al cierre de esta edición, dicha cifra había descendido hasta el 11,23%. En consecuencia, su índice bursátil de referencia ha sido uno de los menos dañados de la Eurozona desde el día 21 al haber cedido solo un 4,97% hasta el cierre del martes. Este comportamiento ha favorecido la cita de hoy del Tesoro luso con los inversores que se ha saldado con éxito.

Portugal ha conseguido colocar esta mañana un total de 750 millones de euros en títulos a tres meses con un tipo de interés medio del 4,967%. Un porcentaje que mejora el obtenido por este mismo tipo de papel el pasado 20 de julio, cuando la rentabilidad exigida fue del 4,982% a causa de una demanda menor que la registrada hoy.

Situación similar para Grecia e Irlanda, cuyos selectivos han cedido un 6,94% y un 6,21% respectivamente desde el 21 de julio. En el mercado de deuda, los bonos senior helenos han rebajado su rentabilidad desde la primera reunión del Eurogrupo en más de tres puntos enteros hasta el 14,9%. Una cifra que se traduce en una prima de riesgo de 1.264 puntos, muy por debajo de los más de 1.4000 en los que se movía hace tres semanas.

Más vertiginosa aún ha sido la caída en el caso de los bonos irlandeses. Los títulos del ‘Tigre Celta’ se negociaban hoy al 10,64% frente al 14% del pasado día 18 en un contexto de todavía escasas mejoras económicas en la economía irlandesa.

Y frente a estas mejorías, Italia y España. La economía del ‘país de la bota’ ha sido la más castigada en las últimas semanas y el índice de referencia de la Bolsa de Milán se ha dejado más del 11,5% desde que se acordó el paquete de rescate a Atenas. Este castigo en renta variable, con los grandes bancos del país a la cabeza, es consecuencia de la escalada de su prima de riesgo que en este tiempo ya se ha hecho con el dudoso honor de alcanzar sucesivos máximos de la era del euro.

Si entre el día 18 y el 21 de julio la rentabilidad de los bonos italianos a diez años cayó de forma drástica del 5,97% al 5,31%, desde entonces ha escalado hasta el 6,09%, a menos de dos décimas de la que marcan los bonos españoles y aumentando su distancia con el ‘bund’ alemán hasta superar la barrera de los 370 puntos básicos.

En España, el Ibex ha retrocedido un 9% desde el pasado día 21, fecha en que comenzó la última oleada de ataques contra la economía española, con lo que se queda como el segundo índice más castigado de la Eurozona. En el mercado de deuda, el escenario no dista mucho del de Italia. Descensos del 6,31% al 5,72% en cuatro días para en otros nueve días, hasta hoy, volver al 6,25% y un diferencial que en varias ocasiones ha coqueteado con el umbral de los 400 puntos enteros, máximos también de la era del euro en nuestro país.

Las mermadas finanzas de los países rescatados por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional ya no parecen ser tan atractivas para los especuladores que expanden sus movimientos a economías como la belga y la francesa, en principio más aisladas del posible efecto contagio de la crisis de deuda soberana que azota Europa y también EEUU con los recientes episodios de negociación para elevar el techo de gasto en este país.

En los tres principales índices del mercado neoyorquino también se han producido descensos desde que se acordó el rescate griego. Una caída en línea con la de las economías rescatadas, ya que los principales descensos llegaron a Nueva York con las dudas sobre el acuerdo del techo de deuda salvado ayer mismo in extremis. El Dow Jones ha perdido entre el día 21 de julio y el martes un 6,74%, el S&P 500 ha retrocedido un 6,67% y el Nasdaq 100, un 5,82% gracias a la menor exposición de sus componentes al mercado europeo. En cualquier caso, unos descensos más leves que el 7,9% que se ha dejado el Eurostoxx 50.

Distinto ha sido el rumbo de los bonos soberanos de Washington. Desde un mínimo del 2,87% el pasado 12 de julio, los miedos a que llegase la declaración de impagos dispararon la rentabilidad al 2,98% para caer hoy hasta el 2,57% gracias al impulso de las grandes agencias de ‘rating’ que han optado finalmente por mantener al país donde tienen su sede dentro del club de la ‘triple A’ una vez evitada la suspensión de pagos en la mayor economía del mundo.

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