Los inversores no residentes en nuestro país han aumentado significativamente su participación en empresas españolas el año pasado. Según el informe sobre la estructura de la propiedad de las acciones cotizadas en 2008 del Servicio de Estudios de Bolsas y Mercados Españoles (BME), el 38,5% del valor de las compañías nacionales cotizadas está en mano de inversores extranjeros, la cifra más alta desde 1992, año en el que comenzaron a calcularse estas estadísticas.
El informe refleja que la participación de no residentes siempre se ha mantenido por encima del 30%, «al reflejar la integración de la economía española en el ámbito internacional y la confianza de los inversores en el mercado español». El Servicio de Estudios de BME explica que este efecto es consecuencia, en parte, de la toma de control de empresas españolas importantes en términos de capitalización por compañías extranjeras, como ha sido el caso de la eléctrica Endesa por parte de la italiana Enel.
También las empresas no financieras aumentan ligeramente su posición relativa como propietarias de acciones de empresas cotizadas en la Bolsa española. El 26% que alcanzan al cierre de 2008 es máximo desde 1992, tras el continuado aumento de los últimos años por las tomas de participaciones cruzadas entre empresas cotizadas, incluso de distintos sectores.
Las cifras de inversores extranjeros han contrarrestado la reducción generalizada de la participación del sector financiero (bancos y cajas, fondos, pensiones y seguros). En este sentido, el valor conjunto de la participación en acciones españolas cotizadas del sector financiero se sitúa en el 15% de la capitalización al cierre del año 2008, 2,6 puntos menos que al cierre del año 2007 y ocho puntos menos que su cota máxima alcanzada en 1997.
En conjunto, la participación de los inversores individuales (familias) en la propiedad de las acciones cotizadas en la Bolsa española en 2008 se incrementó una décima respecto al año anterior y se sitúa en el 20,2%.
