La textil Adolfo Domínguez quiere ampliar capital por 500.000 euros en una operación destinada íntegramente a que su nuevo director general, Estanislao Carpio Martínez, tome parte en el accionariado de la compañía. Para facilitar su entrada, tal y como hizo figurar en su contrato, la cotizada concederá de su propia caja un préstamo por igual importe al directivo.
Así lo ha anunciado hoy la firma de modas, al comunicar a la Comisión Nacional del Mercado de Valores que pronto notificará a sus actuales accionistas la fecha en que los convocará a junta extraordinaria para ganarse su necesario visto bueno. Y es que, la operación, diseñada exclusivamente para cumplir en los mejores términos posibles con el contrato de su nuevo directivo, prescinde del habitual derecho de suscripción preferente para antiguos inversores.
Estanislao Carpio, que accedió a su puesto como director general hace ahora apenas un mes, verá así cumplida una de las cláusulas de su contrato, que estipulaba su entrada en el accionariado de la compañía. Una entrada para la que además Adolfo Domínguez pondrá la alfombra roja de sus desfiles en forma de un crédito a cargo de su propia caja por los 500.000 euros que el directivo tendría que desembolsar.
Con este movimiento, quizá le resulte más dulce a Carpio, dicen en algunos foros bursátiles de la Red, la difícil tarea que se le ha encomendado en la textil. Su cargo, creado bajo la dependencia directa del presidente de la firma, tiene el objetivo de conseguir que la mitad de los ingresos del grupo provengan de mercados internacionales en un plazo de dos años. Algo que es fundamental para cumplir con la promesa del grupo cotizado de volver a beneficios y en la que su reciente apuesta por el negocio online tiene mucho que decir.
Una vez cerrada la operación, Carpio se hará con hasta un 9,1% de Adolfo Domínguez a precios actuales de mercado. Mientras tanto, la compañía ha diseñado un expediente de regulación de empleo que pasa porque un 15% de los sueldos se vincula a la cuenta de resultados del grupo y el despido de un total de 50 de sus trabajadores en la sede central del grupo en Galicia.
Este lunes en que se anunciaban los términos de la operación con la que Adolfo Domínguez cumplirá con su nuevo directivo, el volumen de negocio en la textil se quedaba a medio camino de alcanzar su media anual, al marcar poco más de 2.000 acciones negociadas. En las compras, los gestores con más peso eran los de CaixaBank y BBVA. Al otro lado de la ventanilla, las ventas eran cosa de Inversis Banco, Santander y Banco Popular. GVC Gaesco marcaba a media sesión tantas ventas como compras: 100 títulos.
