UBS ha revisado sus consejos de inversión sobre los bancos españoles, mientras que Grifols ha presentado su nuevo plan de inversiones para los próximos cinco ejercicios. OHL ha probado este martes las tijeras de Moody’s. La agencia de calificación crediticia ha recortado la nota de la deuda sénior no asegurada de la concesionaria en un escalón: desde ‘B1’ hasta ‘B2’. Sus acciones han encajado la noticia a la cola del Ibex 35, con caídas superiores al 2%.
La agencia estadounidense de rating ha señalado que la rebaja es consecuencia del “desplome de los beneficios” en las ramas de construcción e ingeniería así como de las escasas perspectiva de recuperación de cara al presente ejercicio. La nota positiva es que la nueva calificación goza de perspectiva estable, lo que hace descartar más descensos en el corto-medio plazo.
Los analistas de Kepler Cheuvreux digieren las últimas noticias sobre FCC y han optado por rebajar su criterio inversor hasta reducir desde comprar. Mientras tanto, UBS ha hecho ronda de revisión sobre el sector financiero español: para BBVA marcan vender con precio objetivo de 5,50 euros por acción, en el Sabadell recomiendan compra como en Bankia, y en Banco Santander optan por una postura neutral, al igual que en Bankinter y Popular.
Por su parte, Grifols ha presentado su nuevo plan de inversión con horizonte en el año 2021. Esta hoja de ruta contempla 327 millones de euros para su división Bioscience, la de hemoderivados que concentra el grueso de su negocio, con el objetivo de “ampliar su capacidad productiva”. De esta partida, la mayor parte se destinará a EEUU (210 millones de dólares), España se queda en tercer lugar con 65 millones. La segunda posición es para Irlanda, con 85 millones. El programa contempla la construcción de cuatro nuevas plantas, una de las cuales en su complejo industrial de Barcelona.
