Service Point, nuevo ‘juguete’ de los especuladores en Bolsa española

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Service Point, nuevo ‘juguete’ de los especuladores en Bolsa española

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Frente a la corrección, los inversores apuestan por valores refugio. También los especuladores de la Bolsa española hacen lo propio y la quebradiza Service Point se confirma como su apuesta favorita. Toca corrección en la Bolsa española tras semanas de imparable ascenso. Un escenario ante el que los inversores más especulativos ya han escogido su particular refugio: Service Point Solutions (SPS). Tras la retirada bursátil de muchos de sus viejos ‘chicharros’ , la complicada situación de la compañía atrae a las carteras más arriesgadas .

Service Point es pasto de las carteras más especulativas, según comentan varios gestores de inversión y atestigua su más que volátil gráfica de cotización. Después de haber perdido en apenas dos días más de la mitad de su valor en Bolsa, el precio de sus acciones se mueve errático con bruscos cambios en cuestión de minutos. La horquilla que dejan sus picos intradía al alza y a la baja son el negocio de los inversores más versados en el arriesgado ‘trading’ intradía sobre una compañía que amenaza seriamente de quiebra.

Habitual en la lista de cotizadas más volátiles de la Bolsa española, la difícil situación financiera que su directiva reconoció el pasado jueves al solicitar el preconcurso de acreedores para la firma de reprografía no ha hecho más que atraer a más oportunistas y especuladores en un peculiar ‘juego de sillas’, como lo califican varios analistas. Y es que, si en cuatro meses no llega el acuerdo con acreedores -o incluso antes si no avanza la negociación con los prestamistas-, SPS se vería obligado al concurso y, por extensión, a su inmediata retirada de Bolsa.

En este mismo mal han caído en los últimos meses compañías como Reyal Urbis, Renta Corporación, Pescanova, La Seda de Barcelona y Sniace. Una situación que ha ido acotando el margen de maniobra de los especuladores en las pequeñas cotizadas del parqué madrileño, concentrándolos cada vez más en un número siempre más y más reducido de compañías. Por el momento, SPS se salva del peor de los destinos y, como ocurriera en los últimos compases de la papelera cántabra antes de su expulsión de Bolsa, las carteras más arriesgadas están dispuestas a engordar a costa de los inversores más incautos a través de rápidos movimientos de compraventa.

Este lunes, ya con la noticia del preconcurso de acreedores y las amenazas de desmantelamiento que han vertido los acreedores, la gráfica de Service Point ha dibujado una auténtica montaña rusa. En pocos minutos ha pasado de remontar un 18,4% tras el varapalo de las dos últimas sesiones a extenderlo en un 13,8% para, finalmente, marcar un cierre totalmente plano con respecto a su último precio del lunes. Todo ello con un más que abultado volumen de 15,8 millones de acciones cuando lo habitual es que no cambien de manos más de 837.000 títulos de la firma de reprografía.

La euforia que el pasado mes de abril se vivía cuando SPS conseguía un periodo de gracia de parte de sus bancos acreedores ha dado paso al más incierto de los escenarios. Con unos ‘caballeros blancos’ que, según fuentes del mercado, no son tan generosos como los bancos acreedores quieren, el futuro de la compañía pende de un hilo a pesar de su ambicioso plan de reestructuración y apuesta de crecimiento en los países nórdicos. Cuatro meses para el acuerdo o el dique seco quedan por delante en la nueva ‘niña bonita’, que no mimada de la especulación bursátil.

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