Sherpa levanta sus cartas para ‘salvar’ a Dogi: los bancos tendrán que poner la mayoría del dinero

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Sherpa levanta sus cartas para ‘salvar’ a Dogi: los bancos tendrán que poner la mayoría del dinero

Los verdaderos protagonistas del ‘rescate’ de Dogi serán los bancos. Sherpa Capital ya ha anunciado que sólo está dispuesto a poner 3,8 millones y sólo si logra el aplauso unánime para su propuesta de aquí a quince días. Los verdaderos protagonistas del ‘rescate’ de Dogi serán los bancos. Y si se es que lo hay. El fondo Sherpa Capital ya ha anunciado que sólo está dispuesto a poner sobre la mesa 3,8 millones de euros para reflotar la textil. Eso sí, siempre y cuando los acreedores aceptan una quita “muy significativa” en las deudas pendientes de la vieja cotizada.

Unas duras condiciones para unos bancos que atraviesan momentos bajos para su negocio y una nueva avalancha de concursos de acreedores en el panorama empresarial español que además tienen fecha de caducidad. La oferta de Sherpa Capital vence en sólo dos semanas y, si no hay acuerdo entre las partes o al menos un acercamiento de posturas que aconseje prórroga, Dogi podría quedarse tan sola con sus problemáticas finanzas como lo está hasta ahora.

El equipo de arriesgados inversores que capitanea Eduardo Navarro ha puesto como condición sine qua non para su desembarco en la catalana que los acreedores acepten “una quita muy significativa de la deuda concursal existente”. En otras palabras, que los bancos renuncien de antemano a cobrar buena parte de las deudas que Dogi tiene con ellos y que, según cifras de 2009 cuando se declaró la suspensión de pagos ya alcanzaban los 42 millones de euros.

Las exigencias de los de Sherpa con la promesa de devolver a la textil catalana su viejo brillo no se quedan ahí. Con el reclamo de que los acreedores puedan cobrar al menos una parte de sus créditos y esquivar la liquidación de la compañía, piden también “un nuevo calendario de pagos”. Y las entidades financieras no serán las únicas que pongan dinero de una u otra forma para el ‘rescate’ de la firma, pues también quieren que los caseros, trabajadores y la Generalitat catalana asuman parte de la operación: revisión de contratos de alquiler, recortes de plantilla y salario y la concesión de un préstamo participativo por parte del ente regional Avançsa son otros de sus requisitos para desembolsar los 3,8 millones de euros a los que se han comprometido como máximo.

Sin tiempo que perder, los de Sherpa ya han informado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de que ya han comenzado una ronda de contactos con acreedores y entidades financieras y de que está previsto un encuentro con el comité de empresa “en los próximos días”. En caso de que todos ellos acepten sus condiciones en no más de quince días, el fondo se ha ganado el beneplácito del consejo de administración de la vieja cotizada a retrasar el desembolso de su parte hasta el 15 de noviembre. Y, condiciones una vez más, siempre que no se vea obligado a lanzar una OPA sobre las acciones de la compañía.

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