Las fusiones bancarias ponen en peligro parte del negocio de Mapfre

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Las fusiones bancarias ponen en peligro parte del negocio de Mapfre

Mapfre, a la cabeza de las aseguradoras españolas, también se tambalea al son que marca el baile de fusiones bancarias españolas. Las dudas que aún generan los procesos de integración de algunas antiguas cajas de ahorros tienen en vilo una parte considerable de los negocios de seguros del país, en los que la cotizada se mantiene como líder.

En el caso de la única aseguradora del Ibex 35, su colaboración con la nacionalizada Bankia da lugar a una considerable partida de su actividad, con lo que del devenir futuro de los negocios y posible troceo del grupo dependerá en cierto modo el liderazgo de Mapfre en el sector. En este sentido, Julián Lirola, analista de Selfbank, apunta que los acuerdos con entidades de crédito “generan buena parte de su negocio” doméstico.

El experto explica que los seguros de vida, que en los últimos resultados de Mapfre supusieron un 39% de las primas totales, se generaron en un 44% a través de lo que se denomina canal bancario. Esto es, mediante acuerdos con entidades bancarias que realizan la colocación de seguros de Mapfre a través de sus respectivas redes comerciales. El número de primas por este concepto ha caído un 29% en la antigua Caja Madrid y un 61% en Caixa Catalunya, destaca. Un traspiés que se ha compensado gracias a nuevos acuerdos con Bankinter, CCM Vida y Pensiones y Unión Duero Vida.

Los temores sobre el devenir de Bankia -que a la vez es accionista de Mapfre al 15%- se suman a los cambios que la fusión de entidades ya han provocado en el sector seguros; la propia nacionalizada es fruto de la unión de seis antiguas cajas de ahorros. Los contratos de colaboración entre aseguradoras y bancos han variado, en muchos casos, sus términos en los últimos meses, aseguran fuentes familiarizadas del sector. El mayor volumen de negocio conjunto ha llevado a redefinir los márgenes de negocio para cada una de las partes, frecuentemente en detrimento de las corredurías de seguros.

Aunque por el momento la relación financiera y de negocio entre Bankia y Mapfre parece fuera de peligro, cada vez más voces ponen en duda la perpetuidad de este antiguo ‘matrimonio’. El tiempo de gracia con que la Comisión Europa ha dotado a la nacionalizada para redefinir su estructura se conforma como el principal ‘seguro’ contra un eventual distanciamiento o recompra de negocios.

Este mismo viernes, también al son de las fusiones bancarias, Caser -la aseguradora participada por varias cajas de ahorros españolas a través de Ahorro Corporación Financiera y Cecabank- se ha despedido de su negocio de seguros en algunas de las cajas integrantes de Banca Cívica. El pasado agosto, CaixaBank -comprador de Banca Cívica- ya se hizo con el negocio conjunto de seguros entre Aegon y Caja Navarra. Ahora, a la catalana solo le queda convencer a Zurich para hacerse con todo el negocio asegurador de la desaparecida agrupación de cajas.

Caser, en cuyo capital también participan dos aseguradoras francesas, ha traspasado a la heredera de la Caixa sus alianzas con Cajasol y CajaCanarias por 215,5 millones de euros. Una operación con la que se ha apuntado unas plusvalías de 50 millones de euros, pero que cortan de raíz una de sus recurrentes fuentes de ingresos. Un movimiento que Mapfre, como líder del mercado español con una cuota del 13%, podría tener que sentir según se vaya escribiendo el guión de la reestructuración bancaria española.

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