La persistencia de la crisis económica y el temor a una posible desaceleración de la economía estadounidenses que se sume a los problemas de Europa y complique la ya de por si difícil situación actual mantiene a los inversores menos amantes del riesgo aprisionados en las deudas públicas de EEUU, Alemania y Suiza, a pesar de su escasa rentabilidad.
En concreto, los bonos estadounidenses a diez años han registrado esta semana la rentabilidad más baja obtenida jamás por el Tesoro en una subasta de deuda. Un 1,459%. Nada menos que 163 puntos básicos menos que el record anterior, que estaba establecido en el 1,622% y se consiguió en el pasado mes de junio.
La subasta, en la que el Tesoro de EEUU consiguió colocar 21.000 millones de dólares registró además un ratio de cobertura de 3,61, el mayor desde abril de 2010, lo que parece indicar que en estos momentos de turbulencia el elevado déficit público del país no preocupa demasiado a los inversores.
Aunque no se conoce con exactitud la nacionalidad de los compradores, los analistas creen que más de un 40,6% de la emisión habría sido adquirido por inversores internacionales, en función de las pujas indirectas que tuvieron lugar.
