La sombra de Moody’s impone las ventas también en Abengoa

Mercados

La sombra de Moody’s impone las ventas también en Abengoa

La agencia Moody’s ha vuelto a imponer las ventas en otra cotizada española más, Abengoa. Tras haber desencadenado una fuerte estampida inversora en los valores financieros con su rebaja generalizada de ‘rating’, ahora ha puesto sobre aviso a la renovable, que a media sesión cedía hasta un 4,5%, a la cola del selectivo Ibex.

La estadounidense ha advertido a la compañía sevillana que a corto plazo podría rebajar su calificación hasta alto riesgo crediticio, un paso más para deprimirla en la categoría de bono basura que ya ostenta con su nota de ‘Ba3’. La cotizada tan solo podría esquivar la tijera de Moody’s con un volumen de negocio y rentabilidad resistentes a la debilidad de España. Algo que, tal como el informe de sus expertos apunta, se antoja difícil ante los cambios en el régimen fiscal y regulatorio que parecen avecinarse para el conjunto de las energías renovables en el país.

Otro factor negativo en el que la agencia de calificación apoya su tesis es el riesgo de contagio que existe entre los emisores soberanos y empresariales de un mismo país, a pesar de reconocer que el negocio local de Abengoa comporta unas partidas “relativamente pequeñas” para el conjunto del grupo, cada vez más volcado en el exterior, con principal protagonismo de EEUU.

Los analistas, por su parte, destacan que una revisión de ‘rating’ podría poner en serios apuros los procesos de refinanciación que la compañía mantiene abiertos en un momento en que las condiciones exigidas por los bancos para este tipo de operaciones son cada vez más duras de asumir por las compañías. En concreto, las dos partidas más relevantes que Abengoa negocia son 200 millones de euros en bonos convertibles con vencimiento en julio del año que viene y otros 300 millones en bonos ordinarios con vida hasta febrero de 2015.

El volumen de la mayor parte de las operaciones de venta no superaba los 1.000 títulos, lo que los analistas interpretaban como una huida de pequeños inversores ante el miedo a la agencia. En las ventas, los gestores más activos eran Credit Suisse, JP Morgan y UBS. Mientras, en las compras, el protagonismo iba a parar a los mostradores de Morgan Stanley, Ahorro Corporación Financiera y Mercavalor.

Más información