La cotización de Gas Natural Fenosa abría este jueves a la baja, con descensos del entorno del 0,5%, después de que sus dos accionistas de referencia, Repsol y CaixaBank, hayan optado por cobrar su dividendo flexible en efectivo. Las necesidades de capital que atraviesan ambas compañías han obligado a la gasista a rascarse 307 millones del bolsillo.
Este miércoles se cerró el periodo de negociación de los derechos de asignación gratuita correspondientes al dividendo flexible que permite a los accionistas de Gas Natural el cobro en nuevas acciones del grupo o en efectivo, mediante la recompra por parte de la cotizada de dichos derechos. Según las cifras ofrecidas por la propia compañía, un 81,81% de su capital social ha optado por dinero contante y sonante, por lo que el desembolso global para el pago a accionistas ascenderá finalmente a 378 millones de euros.
Los analistas juzgan esta cifra no como una falta de confianza inversora en la compañía, sino como en un reflejo patente de la necesidad de liquidez que la actual crisis económica ha traído a inversores y compañías. De este modo, las apuestas vendedoras que hoy tomaban las riendas de Gas Natural eran consecuencia del vaciado de caja que la cotizada tendrá que realizar para retribuir a sus accionistas, mucho mayor que el que algunos expertos habían estimado.
A este panorama han contribuido, sobre todo las decisiones de Repsol y CaixaBank de solicitar el cobro en efectivo solo unos días después de que en el mercado se especulara con la posibilidad de que pudieran rebajar su participación conjunta en Gas Natural del 65% actual al 50%. Un porcentaje que, en cualquier caso, les permitirá mantener el control de la compañía y su pacto estratégico.
Mientras que la petrolera, dueña de un 30% de Gas Natural, atraviesa serios apuros de liquidez y amenazas a su calificación crediticia tras la pérdida de su marca argentina YPF; CaixaBank diseña su plan de absorción sobre Banca Cívica, una operación que le requerirá una importante suma de capital entre canjes y provisiones. Con este panorama en cada una de ellas, la opción por el efectivo ha sido su apuesta: 138 millones de euros se embolsará la presidida por Antonio Brufau, mientras que la entidad de Isidro Fainé aumentará su caja en unos 169 millones.
Frente al núcleo duro de la gasista, un 18,19% de su capital ha preferido recibir el dividendo en nuevas acciones del grupo para aumentar sus posiciones en el mismo. De este modo, Gas Natural tiene previsto ampliar su capital en 9 millones de acciones o, lo que es lo mismo, aumentar su accionariado en un 0,9%. Estas nuevas acciones comenzarán a cotizar antes de final de mes, previsiblemente el 28 o 29 de junio, según ha comunicado la cotizada.
Este jueves, los brókeres más activos en las ventas sobre el valor eran, tras una hora de negociación, los de UBS, Societe Generale y Credit Suisse. En las compras, sin embargo, los mostradores de Valencia y Bilbao de BBVA compartirán el podio por saldos netos con el neoyorquino Morgan Stanley.
