Los títulos de Telefónica se apuntaban este viernes un paréntesis alcista de más de medio punto porcentual en medio de una sesión ligeramente bajista en el que los inversores cosechaban la rentabilidad ganada en la sesión de ayer. El golpe de timón en la ‘teleco’ ha llegado con un desmentido a su supuesto interés por hacerse con la marca alemana de su competidora KPN.
En la televisión pública holandesa se publicaba a primera hora que la presidida por César Alierta mantenía conversaciones con la neerlandesa para hacerse con su filial alemana E-Plus. Un rumor que ayer ganó fuerza en los mercados después de que Telefónica anunciase sus planes de sacar su marca germana O2 a cotizar en la Bolsa de Fráncfort, una estrategia en la que algunos expertos veían una forma de captar capitales de cara a tomar posiciones en la holandesa por cuyo negocio local se ha interesado el magnate mexicano Carlos Slim.
Sin embargo, un portavoz de la compañía comunicaba esta mañana a la agencia económica Reuters que “Telefónica dijo [ayer] a analistas que no presentará ninguna oferta por una parte o el conjunto de KPN”. Un desmentido que ha provocado la vuelta de apuestas compradoras sobre el valor, que destinará el capital de la venta de activos y sus salidas a Bolsa a mejorar su solvencia y amortizar deuda, un punto muy valorado por el mercado en el actual escenario de crisis financiera. Sin embargo, la volatilidad del mercado y el deseo de hacer caja de muchos inversores se imponían ligeramente sobre la cotización del peso más pesado del Ibex 35, que alcanzaba el ecuador de la sesión en plano.
Las compras las lideraban los gestores de Société Générale, MG Valores y Morgan Stanley. Mientras tanto, los corredores que pujaban por las ventas con más fuerza a la luz del saldo neto de sus operativas eran UBS, Merrill Lynch y Banco Espírito Santo.
