Repsol presentará mañana su nuevo plan estratégico con horizonte en el ejercicio 2016. Los analistas creen que la petrolera debería recortar dividendo y vender su participación en Gas Natural para defender su calificación crediticia tras la expropiación de YPF en Argentina.
Un día antes de que la compañía desvele sus líneas estratégicas, los inversores han apostado con fuerza por la petrolera. Las compras sobre la cotizada le procuraban alzas del 1%, a contracorriente de un Ibex que se dejaba más de un punto porcentual lastrado por la banca.
Los expertos definen este plan de futuro como crucial para ganarse la confianza del mercado en una nueva etapa en que la petrolera española debe reinventarse ya sin su filial YPF, recientemente nacionalizada por el Gobierno argentino de Cristina Fernández.
Barclays y Jefferies International creen que es probable que Repsol opte por la opción de recortar dividendo, situado en los 1,155 euros por acción, para conservar dinero en efectivo y evitar un recorte de rating.
Los expertos también creen que otra de las opciones del grupo que preside Antonio Brufau es la venta de su 30% en el capital de Gas Natural para reducir la carga de deuda en su balance, que asciende a 4.800 millones de euros.
Varios expertos coinciden además en que los nuevos descubrimientos en Brasil y otras regiones que aportan una mayor rentabilidad a las cuentas de Repsol representan el gran potencial de la compañía para los próximos años.
En esta línea, el mercado espera que Repsol siga potenciando sus áreas de ‘upstream’, es decir, de exploración y producción de hidrocarburos, rama en la que destaca en primera línea de entre las grandes petroleras mundiales. Además, auguran los analistas que se diseñe un nuevo paquete de medidas de disciplina financiera que ayude a mantener sus ‘ratings’ crediticios a salvo de eventuales recortes, con el fin de seguir obteniendo financiación en las condiciones actuales.
Desde Deutsche Bank, un reciente informe de sus analistas apunta que Repsol tiene por delante “un gran futuro” que deberá ser confirmado en este plan estratégico “crucial” para resolver las dudas que desde la pérdida de YPF se han generado en la petrolera y que han castigado duramente su cotización bursátil en Madrid.
Entre las medidas que algunos expertos barajan para mejorar su aspecto está la posibilidad de apostar por el dividendo flexible -el pago a accionistas en títulos en lugar de efectivo-, la conversión de acciones preferentes en convertibles por unos 3.000 millones de euros, desinversiones en algunas de sus participadas como Gas Natural y, por supuesto, la venta de toda o parte de su autocartera. Tras las compras a la constructora Sacyr Vallehermoso, ésta ha aumentado al 5% de su capital social, lo que supone unos 850 millones de euros a precios de mercado.
