Los reyes de las finanzas de Oriente Medio han destinado en el último año una mayor parte de sus fortunas a proyectos sociales. Una cuestión de fe en la mitad de los casos. La filantropía cotiza al alza en Oriente Medio. Los grandes magnates de esta región realizaron donaciones por un 12,5% más que hace un año a causas sociales. En el mismo periodo, sus colegas europeos y estadounidenses destinaron una menor parte de sus abultadas fortunas a financiar proyectos por un mundo mejor.
Los magnates de Oriente Medio, habitualmente vinculados al negocio del petróleo, son especialmente dadivosos en proyectos de innovación, según muestra el Índice de Filantropía Individual de BNP Paribas. El banco francés ha alcanzado estas conclusiones tras encuestar a 457 magnates de todo el mundo con al menos cinco millones de dólares en activos de inversión. La escalada en generosidad de los reyes del oro negro es aún más notoria en los dos últimos años: un 45%.
En Asia, la tendencia también ha sido al alza, aunque de solo el 0,2%. En EEUU (-1,1%) y sobre todo en Europa (-3,8%), los filántropos han contenido su mecenazgo con respecto al año pasado, cuando en ambos casos se tocó máximos de los últimos cuatro, tiempo para el que se lleva elaborando este particular índice. Sin embargo, los magnates estadounidenses siguen a la cabeza en generosidad, mientras que los europeos ocupan el segundo puesto. Los de Oriente Medio ocupan la cuarta y última posición del ranking pese a su mayor desprendimiento.
Una filantropía que, no obstante, no se extiende por igual hasta el fin de los días de los reyes de las finanzas mundiales. Solo un 13% de los filántropos de Oriente Medio planea donar un tercio de su fortuna a obras sociales al momento de su fallecimiento. A la cabeza vuelven a estar los estadounidenses, que consideran esta opción en el 38% de los casos. Muy cerca están Europa y Asia, con un 26% y un 28% respectivamente.
A la luz de los datos de la encuesta, los proyectos relacionados con salud son los más populares en todas las regiones analizadas, con la única excepción de Asia, donde el medio ambiente es el primer ámbito receptor de recursos. En la mayoría de los casos, los filántropos se muestran interesados en unir esfuerzos con otras organizaciones (54%) o con otros particulares (53%) interesados en sus mismas causas.
En este sentido, el consejero delegado de BNP Paribas Wealth Management en España, Luis Hernández, explica que “la filantropía se está profesionalizando” a la par que los magnates reconocen cada vez más que es una vertiente plenamente integrada en sus rutinas: “inversiones, negocios y estilo de vida están alineados con sus objetivos” en esta materia.
Aunque entre el grueso de los filántropos encuestados subyace el gusto por buscar un adecuado asesoramiento para trabajar en la dirección correcta, el motivo que los lleva a perseguir esta excelencia en su cara más social es muy diverso. Mientras que en Asia prima el deseo de revertir en la sociedad su éxito (58%), en EEUU domina la convicción por pura experiencia personal (43%). Mientras que en Europa se alude al sentido del deber (52%), para los magnates de Oriente Medio se trata de una cuestión de fe (47%) en un momento en el que los modelos económicos basados en el petróleo comienzan a tambalearse.
Mientras que los magnates de EEUU (24%) y Oriente Medio (50%) comparten su gusto por invertir en proyectos sociales de ámbito local, en Asia (38%) priman las iniciativas de corte nacional. En el Viejo Continente (34%), dominan los proyectos de escala regional.
