Banco Espírito Santo ahonda en su debacle: caídas del 40% en Bolsa y dos quiebras más

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Banco Espírito Santo ahonda en su debacle: caídas del 40% en Bolsa y dos quiebras más

Banco Espirito Santo

La crisis de Banco Espírito Santo se cobra dos nuevas víctimas. Otras dos sociedades del grupo han sucumbido al concurso mientras se especula con el rescate público de la entidad. La debacle de Banco Espírito Santo parece no tener fondo. La jornada de este viernes se ha sumado a la cada vez más extensa lista de sesiones negras para la entidad. El banco se ha dejado más de un 40% en la Bolsa de Lisboa, en donde ha vuelto a ser suspendido de negociación mientras se informaba de la quiebra de otras dos sociedades del grupo.

Poco antes de las 17:00 horas de la tarde, la Comisión del Mercado de Valores Mobiliarios (CMVM) portuguesa decretaba una nueva suspensión de cotización de Banco Espírito Santo. En ese momento, la castigada entidad se dejaba un 40,3% de su valor bursátil entre rumores sobre una hipotética intervención de las arcas públicas lusas para salvar a la entidad a la que parece acercarse cada vez más.

A pesar de que desde Reuters se daba por cierta una posible intervención del Gobierno portugués en colaboración con inversores privados para salvar la solvencia del Espírito Santo, al cierre de la sesión bursátil lo que trascendía era la quiebra de dos sociedades más del grupo. Ya son cinco las que han tenido que acogerse al concurso de acreedores para evitar su liquidación. Las dos últimas son Espírito Santo Financial Group Portugal y la luxemburguesa Esfil – Espírito Santo Financière.

Entre especulaciones sobre el futuro de la entidad, de la cual ya se ha apartado a la familia fundadora Espírito Santo, la gráfica de Banco Espírito Santo ha vuelto a marcar un nuevo mínimo histórico intradía. Por cada una de las acciones de la vapuleada entidad lusa se han llegado a pagar tan solo 0,101 euros por título. Un valor que algunos analistas consideran incluso elevado, pues sólo contemplan el horizonte del rescate público y la dilución forzosa de los actuales accionistas.

Unos de los más perjudicados por esta estrategia, que incluso descartando la inyección pública de capital verían aligerado su peso en la compañía serían los propios Espírito Santo. La saga de empresarios y financieros ya sólo ostentan un 20% de las acciones del banco y el supervisor luso les ha retirado toda facultad de voto en cualquier decisión en el consejo o la junta de la compañía. Una medida con la que el Banco de Portugal quiere impedir trabas a que salga a la luz la imagen fiel de la entidad, después de haberle dejado feo tras defender una solvencia financiera que a la luz de las últimas cuentas trimestrales de la entidad no existe ni remotamente.

Mientras se desenmaraña el alcance de la alteración de cuentas en algunas sociedades del grupo portugués, el banco cabeza del grupo ya ha perdido más de un 80% de su valor en Bolsa en los últimos tres meses. Además, el gigante estadounidense Goldman Sachs ha reducido drásticamente su participación hasta perder el umbral del 2%.

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