Como era de esperar todos los diarios llevan a su portada la

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Como era de esperar todos los diarios llevan a su portada la

Como era de esperar todos los diarios llevan a su portada las graves acusaciones que ha lanzado el PP en contra del Gobierno, que convierten en su primera noticia, salvo La Razón que se desmarca del resto de periódicos, y abre con que “el cine se rebela contra Sinde por el reparto de subvenciones”. El diario de Planeta da también mucha importancia en su primera a la detención, tras ser entregado por las autoridades mexicanas, del “sanguinario etarra” Juan Manuel Inciarte, que asesinó a seis personas en los 80, entre ellas a una mujer embarazada, y lo mismo hace Abc, que además publica impactantes fotografías de algunas de las víctimas de esta “alimaña” de ETA.

Siguiendo con la que se ha montado con las afirmaciones de María Dolores de Cospedal, que acusó al Gobierno de crear un Estado policial para espiar y vigilar a los dirigentes del PP, El País deja claro en su portada que la número dos del partido de Rajoy habló de pinchazos telefónicos “sin aportar ninguna prueba”. Además, el diario de Prisa hace hincapié que el PP “está inmerso en una crisis sin precedentes por las sospechas de corrupción que pesan en el ‘caso Gürtel’ sobre algunos de sus dirigentes” lo que considera está detrás de que elevara ayer “al máximo la tensión política con gravísimas acusaciones contra el Gobierno”.

Incluso la prensa conservadora, que ve motivos para que los del PP se sientan injustamente tratados por la Fiscalía, exige a los ‘populares’ que prueben sus acusaciones. Pedrojota cree que “el PP debe tratar de aportar más pruebas de las que presenta e incorporarlas a las acciones judiciales emprendidas. Y lo mismo hace Abc, que hace notar, dada la gravedad de su denuncia, “debe estar sustentada en indicios o pruebas que sean a su vez verificables por un juez a través de una instrucción penal” y concluye que “la acusación del PP contra el Gobierno queda, por tanto, a expensas de que sea acreditada”. Y es que la carga de la prueba recae sobre quien hace la acusación. De toda la vida.

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