Hay que ver la que se ha montado con la idea de Esperanza Aguirre de reducir el número de liberados sindicales, una iniciativa que gusta a rabiar a los diarios conservadores, especialmente a El Mundo que aplaude a dos manos desde que el lunes adelantara la intención de la ‘lideresa’.
Hoy, Pedrojota Ramírez da un paso más en su ofensiva contra estos “cuentistas sindicales”, como los denominó ayer, y los llama directamente “vagos” y arenga a los ciudadanos a “negarse a aceptar ningún recorte social mientras exista este gasto superfluo”. Abc también elogia el “lastre sindical” que va a soltar Madrid, mientras que La Razón no se conforma con arremeter contra los liberados, que considera demasiados, aunque no se sepa exactamente cuántos hay porque es un secreto de Estado según El Mundo, y arremete contra los 333.772 delegados que son, según ellos, el ejército al servicio de los sindicatos.
En el otro bando se colocan los diarios denominados ‘progresistas’. Público dedica tres columnas de opinión a analizar la ojeriza que tiene Aguirre con los sindicatos. Isaac Rosa dice que lo hace por “revolverle a los trabajadores”, y “denunciar sus políticas privatizadoras y de deterioro de lo público”, mientras que el director del rotativo, Jesús Maraña, cree que se debe a que “Aguirre necesitaba colocar los focos mediáticos lejos del ‘caso Gürtel’, del deterioro de la sanidad o de la educación, de las tropelías urbanísticas…”. El País, sin embargo, no ve nada nuevo bajo el sol. Hace notar el largo pulso que mantiene el Ejecutivo regional “a cara de perro”, con los representantes de los empleados y recuerda el “viven sin trabajar”, que soltó el ex consejero de Sanidad Juan José Güemes, en mayo de 2008, refiriéndose a los liberados sindicales. Por ello, al de Prisa no le sorprende lo sucedido y recuerda que en Educación y en Sanidad Aguirre lleva un tiempo ensayando su particular guerra contra el liberado.
