Marlaska cuestiona que presos del 1-O puedan salir a trabajar sin poner en riesgo la salud de otros internos

Estado de alarma

Marlaska cuestiona que presos del 1-O puedan salir a trabajar sin poner en riesgo la salud de otros internos

"Serán los técnicos quienes tengan que determinar la proporcionalidad y la necesidad de esa libertad para ir a trabajar en esos términos".

El ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha cuestionado este martes que algunos presos independentistas condenados por el 1-O puedan salir a trabajar en virtud del artículo 100.2 del reglamento penitenciario al entender que debe prevalecer bajo el estado de alarma por el coronavirus que no se ponga en riesgo la salud del resto de internos privados de libertad en su regreso a los centros penitenciarios.

«Serán los técnicos quienes tengan que determinar la proporcionalidad y la necesidad de esa libertad para ir a trabajar en esos términos», ha señalado en una rueda de prensa desde La Moncloa en la que ha insistido en que con el estado de alarma por el coronavirus existen más restricciones y se han suspendido las comunicaciones en todas las prisiones. «No me atrevo a dar una conclusión, es muy complejo y no se puede solventar de un plumazo», ha subrayado.

Grande-Marlaska ha insistido en que desde la administración penitenciaria –Cataluña tiene transferidas las competencias en prisiones– se tiene que garantizar los derechos de todos y «tener muy en cuenta que el principal objetivo es la salud pública».

Al ser presos que salen unas horas a trabajar y luego vuelven a prisión, ha añadido que existen «muchas aristas» porque se debe «controlar mucho el riesgo de contagio al retornar con las personas privadas de libertad».

La Consejería de Justicia de la Generalitat ha explicado este martes en un comunicado que los presos con tercer grado o con el principio de flexibilidad del artículo 100.2 podrán ir a trabajar, si sus empleos pertenecen a uno de los sectores que han retomado la actividad durante el estado de alarma.

La Consejería ha aludido tanto a los internos que se han confinado en casa como los que siguen en la cárcel, como los líderes del 1-O condenados por el Tribunal Supremo. Su idea es que estos últimos cambien a celdas del área de ingresos o que sean trasladados a centros abiertos, para evitar el contacto con los presos que no salen el exterior y limitar los contagios.

Así, a partir del miércoles quieren que recuperen las salidas en base al artículo 100.2 aquellos presos que lo usaban antes del confinamiento para trabajar, pero no quienes lo usaban para hacer voluntariado o cuidar de un familiar, que son los otros dos supuestos que prevé el Reglamento.

Por lo tanto, la expresidenta del Parlament Carme Forcadell y la exconsellera Dolors Bassa no recuperarán por ahora los permisos de salida, ya que usaban el 100.2 para cuidar de familiares, mientras que para el resto de presos del 1-O dependerá de si las empresas donde acudían trabajar mantienen la actividad.

En la rueda de prensa de este martes, Grande-Marlaska ha hablado de la situación «muy compleja per se» de los centros penitenciarios, a lo que se añade ahora la suspensión de las comunicaciones de forma generalizada, tanto personales como por locutorio. En este sentido, ha agradecido el compromiso y el trabajo de los funcionarios de prisiones, así como de los reclusos.

La situación en cuanto a contagios ha dicho que es «óptima» aunque se sigue caso a caso los contagios para evitar la propagación dentro de las cárceles. Según Grande-Marlaska, hasta ahora hay 210 positivos detectados entre trabajadores penitenciarios y otros 22 casos entre internos, un «número pequeño» en comparación con el resto de la sociedad. A estos presos se les aplican medidas de aislamiento dentro del módulo donde estén ingresado desde el momento en que se confirma el positivo.

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