Los bancos más débiles lideran la subida de comisiones para sortear los tipos negativos

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Los bancos más débiles lideran la subida de comisiones para sortear los tipos negativos

Los bancos más afectados por los tipos negativos ofrecen créditos más caros, a menor plazo y cobran más comisiones, según el Banco de España.

Banco de espana

En junio de 2014 el Banco Central Europeo (BCE) situó por primera vez uno de sus tipos de interés oficiales –el de la facilidad de depósito– en terreno negativo, al situarlo en el -0,1%. La medida, profundizada has el -0,4% actual, ha sido duramente criticada por la banca, que ve cómo sus márgenes se han reducido a la mínima expresión. Un reciente estudio realizado por el Banco de España muestra ahora que los tipos negativos no se han traducido en una contracción del crédito, si bien las entidades peor capitalizadas pueden entrar en un bucle negativo.

A partir de la Encuesta de Préstamos Bancarios (EBP), la institución que dirige Pablo Hernández de Cos clasifica a los bancos en dos grandes grupos: aquellos que se han visto perjudicados por los tipos negativos y aquellos que no. “Los bancos afectados están, en general, peor capitalizados”, concluye el Banco de España. En abril de 2016, un 71% de las observaciones correspondían a casos en los que los bancos informaban de que sus ingresos netos por intereses se habían visto perjudicados por los tipos de interés negativos. Este porcentaje ha aumentado gradualmente, hasta situarse en un 74% en octubre de 2017, muestra el EBP. En ese sentido, “cabe destacar que los bancos afectados tienen ratios de capital medias más bajas que los bancos no afectados” (del 10,3% y del 11,5%, respectivamente).

Una posible razón por la que las entidades afectadas por los tipos de interés negativos tienen peores ratios de capital, de acuerdo con el Banco de España, es que tras una reducción en el tipo de interés, el efecto negativo de menores márgenes de intermediación en los beneficios de los bancos puede ser compensado parcialmente a través del aumento de la oferta de préstamos. Sin embargo, “un escaso nivel de capital supone un límite a la posible expansión de la oferta crediticia”.

“Cuando los tipos de interés se mantienen en niveles muy bajos durante un período prolongado, y el capital bancario es escaso y costoso —dos de los rasgos más prominentes del panorama bancario europeo de los últimos años—, este mecanismo de erosión de los ingresos por intereses tiene lugar con más intensidad, lo que puede provocar un bucle entre bajas ratios de capital y escasos niveles de márgenes, en el que ambos factores se retroalimentan”.

De acuerdo con el informe del supervisor, “no hay diferencias significativas en la variación de la oferta de crédito entre los bancos afectados y los no afectados”, pero sí en las condiciones ofrecidas. “Los bancos afectados por los tipos de interés negativos tienden a reducir el vencimiento y el tamaño de sus préstamos y a aumentar las comisiones asociadas a estos solo en aquellas jurisdicciones en las que existe un alto grado de concentración bancaria”. Por el contrario, “no se produce ningún ajuste en los mercados más competitivos, probablemente para evitar la pérdida de clientes y por el menor poder de negociación con estos”.

“Los bancos peor capitalizados limitan la toma de riesgos, lo que puede, a su vez, reducir sus ingresos netos por intereses y, por tanto, su capacidad de generar capital orgánicamente a través del margen de intermediación. De ahí que estos bancos tiendan, en promedio, a intentar compensar los menores ingresos netos por intereses incrementando las comisiones”.

El hecho de que los tipos negativos limiten la capacidad de acumulación orgánica de capital en algunas entidades implica un efecto, asimismo, negativo sobre el patrimonio neto de estos bancos. Así, “una reducción en el patrimonio que sitúe a una determinada entidad cerca de los requerimientos mínimos de capital limitará su capacidad de tomar nuevos riesgos con el fin de obtener mayores beneficios”, concluye el Banco de España.

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