El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, ha endurecido su lucha contra el dólar paralelo. El presidente del Banco Central del país, Nelson José Merentes Díaz, parece haberse unido a la cruzada del Gobierno venezolano contra el mercado del billete verde estadounidense.
El titular de la entidad venezolana ha anunciado que el diferencial cambiario no debe superar el 60%, frente al 141% actual. El experto Maikel Bello, de la firma Ecoanalítica, ha indicado a Americaeconomica.com que han acogido este comunicado con escepticismo y que es una carta de buena intención y que el Gobierno lleva varios meses divulgando que esta será su meta.
El Gobierno de Hugo Chávez ha conseguido con las emisiones de deuda y con la inyección de dólares en el mercado paralelo que el diferencial cada vez se ajuste más al equilibrio tan deseado por todos. Pero el experto consultado por este diario ha afirmado que con esto no es suficiente y que desde el Ejecutivo venezolano deberían realizar alguna reforma para conseguir la meta planteada por el Banco Central del país.
Bello ha indicado a este diario que el Gobierno venezolano prepara un sistema de dólares para el sector productivo del país, para ver que sectores necesitan con más necesidad la divisa estadounidense y asignársela a los que han denominado sectores prioritarios.
Estos sectores serían los más afectados por el retraso de la Cadivi en la entrega de las divisas, como el sector agropecuario, de alimentos y el sanitario.
Mientras, el ministro de Economía Alí Rodríguez aseguró hace unas semanas el anuncio de las 54 reformas económicas que lograrían mejorar la situación del país. Ante esto Maikel Bello ha afirmado que este tema es político electoralista y que tan solo pretender devolverle a Chávez la popularidad de años anteriores, que ha sido deteriorada por la crisis financiera internacional.
El ministro de Planificación y Desarrollo, Jorge Giordani, ha anunciado que las medidas económicas aprobadas por el Gabinete están orientadas a continuar el crecimiento económico, mantener los niveles de empleo y hundir la inflación.
Giordani ha resaltado la importancia de la felicidad social como objetivo fundamental de las políticas económicas implantadas por el Gobierno y los avances en el índice de Desarrollo Humano, a las que califica como decisiones de corto plazo con visión de largo plazo.
Además, Chávez estudia reformar la Ley de Bancos con el objetivo de garantizar que el sector financiero en el país financie actividades productivas y contribuya así al crecimiento económico de Venezuela.
El ministro de Economía y Finanzas venezolano, Alí Rodríguez Araque, ha indicado para justificar la posible reforma que la actividad financiera debe estar dirigida a la intermediación productiva; es decir, el incremento de la producción de alimentos, de viviendas, orientación de recursos para la infraestructura necesaria para el sector eléctrico.
El ministro de Venezuela ha adelantado que el Gobierno trabaja para garantizar que el rol de la intermediación de la banca se cumpla, y para ello, se necesitan aplicar reformas a la Ley de Bancos, que habrá que coordinar con la Asamblea Nacional y con todos los entes involucrados.
Chávez justificó el pasado mes de marzo la nacionalización del Banco de Venezuela, filial del grupo Santander y tercera entidad financiera del país latinoamericano, para impulsar mucho más las políticas de desarrollo económico y social.
Gracias a la adquisición de la filial del Santander, cerrada el pasado mes de mayo, el Gobierno venezolano asumió el control del 20% de la actividad bancaria del país.
