Repsol reafirma su apuesta por la exploración en aguas cubanas

Latinoamérica

Repsol reafirma su apuesta por la exploración en aguas cubanas

La petrolera hispano argentina Repsol YPF ha tomado la delantera en la batalla por el petróleo en aguas cubanas del Golfo de México. Fuentes de la compañía presidida por Antonio Brufau han asegurado a Americaeconomica.com que pronto iniciarán un segundo proyecto de prospección en la zona.

Sin embargo, la compañía no ha fijado una fecha concreta para este nuevo proyecto, ya que las negociaciones para renovar las licencias con el Gobierno cubano “son lentas y es complicado acelerar el proceso”.

En las aguas de esta Zona Económica Exclusiva de la isla ya hay instaladas compañías asiáticas (China, Vietnam o India ya han entrado en el negocio), españolas (Repsol YPF) y latinoamericanas (la venezolana Pdvsa y, más recientemente, el gigante brasileño Petrobras).

El Golfo de México también ha despertado el interés de algunas petroleras estadounidenses que se han unido en los últimos tiempos al lobby antiembargo para intentar que Washington les permita instalarse en una zona muy prometedora, al menos sobre el papel ya que, de momento, el único crudo que puede considerarse rentable en el país caribeño sigue siendo el terrestre.

Un hecho que podría cambiar sólo con la participación de empresas extranjeras que tengan la llave a la financiación, como es el caso de Repsol, que ya llevó a cabo sondeos en la zona en 2004 junto con Cupet, la petrolera estatal cubana.

Los resultados fueron positivos y se encontraron reservas de alta calidad, aunque sin la viabilidad necesaria para comenzar la explotación comercial.

El Servicio Geológico de EEUU estima que las reservas en la zona podrían ascender a 9.300 millones de barriles de petróleo, aunque los geólogos cubanos son más optimistas y elevan esta cifra a los 20.000 millones de barriles, según señaló recientemente el director de exploración de Cupet, Rafael Tenreyro.

Para los expertos del sector, aún queda un largo camino por recorrer para que Cuba puedea convertirse en exportador de petróleo, un negocio que además podría contribuir a cambiar las relaciones del país con EEUU, gran consumidor de energía que cuenta con la ventaja de la cercanía geográfica a la isla.

Según los analistas, Cuba tiene una necesidad de 150.000 barriles diarios, 93.000 de los cuales recibe ahora de su aliado Venezuela. En condiciones normales, y cuando la producción en aguas marinas sea una realidad, un acuerdo de petróleo le daría a Cuba el 40% de la producción.

Eso implica que los nuevos pozos tendrían que producir más de 230.000 barriles diarios sólo para reemplazar la contribución venezolana. Sólo después de eso Cuba puede pensar en exportar petróleo.

Más información