La recuperación de confianza de los inversores, que han decidido comprar bonos soberanos de Argentina, es uno de los condicionantes que podrán ayudar al Gobierno de Cristina Fernández a volver a los mercados financieros. Los bonos han alcanzado un 3,9% y continúan con la tendencia alcista por cuarto día consecutivo alentados por un mejor panorama financiero del país.
El cambio de deuda de corto plazo ajustada por inflación, renueva las expectativas de un acercamiento con organismos multilaterales de crédito como el Fondo Monetario Internacional (FMI). Además, el interés por los bonos se reflejaba en una nueva caída del llamado riesgo país a mínimos en 12 meses.
Al margen de un esperado acercamiento con el FMI, los inversores también permanecen atentos a eventuales avances en la renegociación de la deuda incumplida que el país mantiene con el Club de París y con los tenedores de bonos que no ingresaron a una gigantesca reestructuración en el 2005.
Algunos analistas aseguran que los datos más preponderantes del proyecto de presupuesto fiscal 2010 no impactaron en los activos de deuda, ya que en su mayoría fueron pautas que habían trascendido o que el Gobierno podría reacomodar a sus necesidades.
El ministro de Economía argentino, Amado Boudou, ha asegurado a los medios locales que en el presupuesto se prevé que el Producto Interno Bruto (PIB) del próximo año crezca un 2,5%, una inflación en torno al 7% y un tipo de cambio promedio de 3,95 pesos por dólar.
