Evo minimiza el impacto del partido de Felipe Quispe en las próximas elecciones presidenciales

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Evo minimiza el impacto del partido de Felipe Quispe en las próximas elecciones presidenciales

El presidente de Bolivia, Evo Morales, ha asegurado a Americaeconomica.com que no le preocupa el impacto que pueda tener en las próximas elecciones presidenciales del 6 de diciembre el partido de Felipe Quispe. El mandatario ha indicado a este diario en su visita oficial a España que los bolivianos conocen quien es quien y que esta convencido de que tiene todo el apoyo de su pueblo.

Quispe, es el único rival entre la izquierda boliviana y ex secretario ejecutivo de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia, confirmó a este diario que ya era oficial la candidatura de su partido Bolivia Social Demócrata. El líder sindical ha indicado que encabezará la candidatura por La Paz y que el encargado de luchar contra Evo Morales será Román Loayza.

Pero Evo se ha centrado en sus reuniones con el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, y con el Rey Don Juan Carlos. Pero antes el mandatario ha tenido un pequeño descuido en el desayuno organizado por el Fórum Europa y ha hablado de la «República de España».

El Rey ha recibido en audiencia en el Palacio de la Zarzuela a Evo Morales, que continúa su visita oficial por España y que mañana tiene previsto entrevistarse con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

Además, Evo ha negado que el indigenismo sea «totalitario» sino que, por el contrario, es la «cultura del diálogo», el «más integrador» de los movimientos. Morales ha defendido su modelo político durante el foro económico, aprovechando su visita oficial de tres días a España. Ante las críticas a que su gobierno es «totalitario», el presidente boliviano ha indicado que el movimiento indigenista «no es excluyente ni marginador», sino que se basa en la «cultura de la amistad».

Aunque el mandatario ha tenido tiempo para criticar a EEUU y ha asegurado que las bases estadounidenses producen golpes de Estado y que donde hay una no hay paz. Con respecto a esto ha anunciado que solicitará al presidente español que retire a sus tropas de Irak.

Evo ha asegurado que se ha reunido con el presidente de Repsol, Antonio Brufau, con el que ha entre otros temas han tratado la intención de industrializar la salmuera de la que se obtiene el litio.

El mandatario ha indicado que no sabía que era tan importante la inversión, pero que en estos años en el poder se ha dado cuenta y por eso quiere socios, que no dueños de los recursos naturales.

Además, el presidente boliviano reconoció que las empresas españolas no se han ofrecido a financiar su campaña electoral con el objetivo de buscar compensaciones en el caso de salir reelegido. Morales dijo que se enojó cuando algunas empresas se le ofrecieron.

La Cámara de Comercio de España ha organizado una reunión con el mandatario boliviano en la que las empresas españolas han puesto de manifiesto que, aunque en un primer momento costó encontrar la sintonía con el Gobierno de Morales, en la actualidad la relación es fluida y se sienten bien recibidas y tratadas en ese país.

A este encuentro han asistido empresas como Repsol, REE, Ace Consultores, Aena, Iberinco, Prointec, Santillana, Técnicas Reunidas, Abertis, BBVA o Prointec, entre otras.

Los representantes de estas empresas han manifestado a Evo que Bolivia es un país estratégico para las inversiones españolas, debido a su potencial y riqueza en recursos naturales.

Mientras, el presidente boliviano ha reafirmado su intención de hacer ver a los empresarios que los inversionistas extranjeros que cumplan las reglas bolivianas serán bienvenidos en su país.

Además, Evo se ha referido al turismo y a la energía eólica, como sectores con grandes posibilidades de futuro y prioridades para su Gobierno, que están totalmente abiertas a la inversión privada.

Evo no ha querido desaprovechar su viaje por España para, tras la invitación del presidente del Congreso José Bono, visitar la Cámara baja. Una veintena de guardias con la vestimenta de gala (azul con botones de oro) esperaban a las puertas del Congreso la llegada, a pie debido a las obras que dificultan el tránsito por la Carrera de San Jerónimo, del mandatario latinoamericano.

Junto a ellos, Bono que, a pesar de su experiencia, dejaba notar más nervios de los deseados. Cuando daban las 13:30 horas y, extrañamente, sin el himno español sonando, el presidente del Congreso y el líder boliviano se daban la mano y comenzaba la visita.

Como si se tratara de un guía del Museo del Prado, Bono enseñaba los diferentes cuadros y retratos que en las salas aledañas al hemiciclo se agolpan. “Ese es Emilio Castelar”, se le oía decir al socialista. Explicaciones ante las que Morales dedicaba toda su atención.

Un par de salas después y un breve paso por el pasillo de los ‘pasos perdidos’, ambos políticos se han reunido cinco minutos en la ‘Sala de los Ministros’ para, según ha afirmado el entorno de Bono a EL BOLETIN, intercambiarse algún recuerdo.

Todo lo visto por Evo Morales ha debido de perderse en su memoria cuando ha entrado en el pleno del Congreso. La espectacularidad del hemiciclo, que estaba vacío, ha provocado una multitud de preguntas del mandatario latinoamericano sobre el funcionamiento de las votaciones y los sitios de los diferentes líderes.

Y es que, el escaño de José Luis Rodríguez Zapatero, así como la manera en la que se dirige al resto de la cámara han protagonizado las dudas de Morales.

Igual interés ha tenido el puesto de su ‘guía’ hasta el punto de llegar a pedirle a Bono si se podía sentar en el sillón de presidente del Congreso. Entre broma y broma sobre el sistema de luz que advierte a los diputados el fin de su intervención, Bono le ha enseñado la existencia de algún cajón secreto propio de la época franquista. Entre confidencia y confidencia, el fin de la visita ha llegado y con promesas de volver a verse Bono y Morales se han despedido.

Tras esta visita, Morales terminará su viaje a España con un acto en la Universidad Complutense de Madrid ante los estudiantes españoles.

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