Felipe Quispe, el único rival entre la izquierda boliviana, ha aparecido de nuevo en primera línea de la política del país para complicarle a Evo Morales su reelección en las próximas elecciones, en un momento en el que el mandatario tenía libre el camino por la división de la oposición. El presidente podría perder el apoyo del sector indígena del país, porque el líder campesino ha asegurado a EL BOLETIN que formará un partido político.
Quispe, líder de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (Csutcb), ha asegurado a este diario que el próximo lunes 7 de septiembre cumple el plazo para presentar las bases de esta coalición, que se llamaría Bolivia Social Demócrata y que encabezaría Jaime Solares, el ex ejecutivo de la Central Obrera Boliviana (COD).
El líder sindical ha asegurado a este diario que esta formación se funda sobre las banderas que ha tirado Evo Morales, ahí está tierra-territorio, la mecanización del agro y el seguro social para todos. Además, Quispe ha indicado que este será un partido de izquierda representado por los campesinos bolivianos y representará una nueva opción para Bolivia con un nuevo programa dirigido a los indígenas.
Felipe Quispe ha afirmado que este partido busca que los indígenas consigan todos sus derechos en el país y por fin cuenten con su propio Estado, algo que lleva muchos años persiguiendo junto con los demás líderes indígenas.
Quispe ha indicado que otros de los nombres que se barajan para encabezar este partido son los del fundador del MAS y ahora disidente de ese partido, Román Loayza, y el líder indígena y candidato de Pueblos por la Libertad y Soberanía (Pulso), Alejo Véliz.
Los primeros acercamientos entre estos líderes se produjeron tras la invitación que hizo Evo a Quispe y a Loayza para que participarán en su proyecto político, invitación que ambos rechazaron. El líder sindical aseguró a este diario que su espíritu revolucionario le impide cambiar de color y de convicciones.
El mandatario boliviano, ha pisado el acelerador para volverse a proclamar presidente de Bolivia. Y esto será un gran palo en los resultados de las próximas elecciones, porque esta nueva agrupación englobará el voto de la comunidad indígena del país, que era muy importante para el Evo.
Quispe aseguró hace unas semanas a este diario que la entrega de la propiedad de más de 200.000 hectáreas de tierras a los indígenas es una táctica puramente electoralista. El líder indígena ha indicado que ya era momento de que estas tierras fueran entregadas a sus verdaderos propietarios, porque siempre han pertenecido a los indígenas desde tiempos remotos.
El Gobierno de Evo Morales ha anulado las concesiones de explotación forestal en una zona del oriente de Bolivia y ha entregado la propiedad sobre más de 200.000 hectáreas de esas tierras a los indígenas de la etnia guaraya.
Además, Quispe aseguró a este diario el pasado 4 de agosto que los movimientos indios del país han recuperado parte de su confianza en el presidente boliviano, tras la decisión del mandatario de presentar un decreto y un proyecto de ley que impulsa la formación de las autonomías indígenas.
