El Gobierno de Felipe Calderón cambia la estrategia petrolífera del país azteca fijada por la anterior administración de Vicente Fox. Pemex dejará de lado la exploración marítima, centrada en la búsqueda y extracción de crudo a grandes profundidades en una superficie de 575.000 kilómetros cuadrados en el golfo de México, para intensificar sus trabajos en tierra y seguir explotando recursos a bajas profundidades con el fin de garantizar el abastecimiento energético del país en los próximos diez años.
Según la información enviada por la Dirección Corporativa de Finanzas de Pemex a la Bolsa de Valores, la petrolera pretende firmar compromisos financiero con empresas contratistas y proveedores por más de un 1,7 billones de pesos para proyectos petroleros que se localizan en cuencas productoras conocidas, antes de que concluya la presente administración.
De acuerdo con el renovado Consejo de Administración, la cartera de proyectos base de la petrolera mexicana se enfocará en proyectos de tierra y buscarán acelerar la exploración en el golfo de México con compañías nacionales e internacionales, mediante contratos bajo un esquema en el que las reservas encontradas pertenecerán a México.
El ex director de Pemex, Luis Ramírez Corzo, aseguró en su momento que se podrían encontrar numerosos campos y enormes recursos potenciales de hidrocarburos calculados en 29 mil millones de barriles de crudo equivalente, más del doble de las reservas probadas actuales.
En los últimos cuatro años Pemex perforó cinco pozos en el golfo de México con profundidades de entre 500 y 1.000 metros. Ninguno de ellos ha sido desarrollado. Incluso, el proyecto Lakach, uno de los más prometedores, enfrenta problemas derivados de la falta de equipos a nivel mundial.
