Brasil pone en marcha una nueva estrategia empresarial para crear campeones nacionales

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Brasil pone en marcha una nueva estrategia empresarial para crear campeones nacionales

La restricción al crédito en Brasil ha obligado al Banco de Desarrollo estatal (Bndes) a convertirse en el mayor financiador de las empresas del país carioca. Su papel se ha vuelto fundamental y parece dirigido a crear ‘campeones nacionales’ de sectores como el petrolero, las telecomunicaciones, la alimentación y el etanol.

El banco tiene previsto prestar hasta 120.000 millones de reales (58.000 millones de dólares) este año, un 30% más que los asignados en 2008, y todo para convertir a sus compañías en gigantes capaces de expandirse más allá de las fronteras latinoamericanas.

El presidente de la entidad estatal siempre ha insistido en que el Bndes estará dispuesto a apoyar la consolidación de las empresas eficientes que sean capaces de crear activos más productivos para la economía del país.

Según datos recopilados por Bloomberg, el papel del banco en la financiación de las fusiones y adquisiciones empresariales está aumentando a medida que otras vías de crédito se agotan para estas compañías a consecuencia de la crisis financiera global. Desde que comenzó el año, y hasta el pasado 7 de marzo, se han anunciado en el país carioca un total de 95 ofertas de fusiones y adquisiciones, valoradas en 18.900 millones de dólares. La restricción al crédito ha sido precisamente la que ha hecho que la cifra sea sustancialmente inferior a las 181 ofertas por valor de 34.700 millones de dólares que se registraron en el mismo periodo de 2008.

S.O.S. Financiero. El Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva ha entregado cerca de 30.000 millones de dólares en créditos de emergencia desde septiembre, cuando la contracción mundial del crédito se intensificó.

El Banco Central ha reducido su tasa de interés de referencia a un mínimo histórico de 10,25%, además de adoptar medidas para entregar 20.000 millones de dólares en financiamiento para los exportadores. Pero estos intentos para aumentar el préstamo en la economía más grande de Latinoamérica no han producido mayor optimismo entre los ejecutivos locales, quienes temen que la obstrucción del crédito ponga en riesgo los planes de inversión.

Es aquí donde entra en juego el importante papel que encara el Bndes. El pasado mes de enero, el banco empezó a ampliar su papel como \»financiador\» en la operación por la que Telemar Norte Leste, la mayor empresa telefónica de Brasil, se hizo con las acciones con derecho a voto de Brasil Telecom Participações, una oferta que costó 5.370 millones de reales.

Ese mismo mes, el banco otorgó 2.400 millones de reales para financiar la fusión entre Aracruz y Votorantim, una operación que dará lugar a la mayor compañía de celulosa a escala mundial. El Bndes tendrá el control de la compañía durante al menos tres años, que es el plazo establecido para pagar la deuda.

Futuro. Jaldir Lima, el jefe del departamento de agricultura de la entidad, también ha mostrado su interés en participar en la consolidación del sector alimenticio. Y oportunidades no le van a faltar. Es muy probable que la entidad se encargue de ayudar en el inminente proceso de fusión entre los gigantes de la alimentación Sadia y Perdigao. Marfrig Frigoríficos e Comercio de Alimentos SA, un fabricante de carne, también estaría buscando capital para financiar la compra de la firma Bertin.

El negocio del etanol podría ser el siguiente en el objetivo del Bndes por consolidar la industria brasileña. De hecho, a través de su financiación, el BNDES está fomentando que los bancos locales abran el crédito a las compañías del sector, así como a entablar negociaciones para reestructurar la deuda de estas empresas. La firma Louis Dreyfus & Cie acordó el pasado 7 de abril comprar un 40% de la fábrica de azúcar brasileña Santelisa Vale, una firma en la que el Bndes quiere aumentar su participación del 7% al 20%, según informaciones opublicadas esta semana por el diario O Estado de Sao Paulo.

La pasada semana, Braskem anunció que recibirá un crédito de 268,4 millones de dólares del Bndes, para producir etileno y polietilenos de caña de azúcar a partir del segundo semestre de 2010 en el Polo Petroquímico de Triunfo, en el estado de Rio Grande do Sul.

Este es el primer proyecto alco-químico financiado por la institución, y se estima que generará cerca de 1.500 empleos en la etapa de construcción y 100 empleos directos en la etapa operacional.

Con este panorama, parece claro que el Gobierno de Lula da Silva ha encontrado en el banco de desarrollo estatal la fórmula ideal para que las empresas del país consigan salir con un lavado de cara de la crisis financiera internacional, más fuertes y consolidadas.

Cadivi fue creada en 2003 por el Gobierno del presidente Hugo Chávez, que puso en marcha un severo control de las divisas. Cada dólar otorgado por Cadivi cuesta a los importadores 2,15 bolívares, según la tasa de cambio oficial que impera en Venezuela. En los últimos meses, y ante la escasez de divisas, las entidades han optado por acudir al mercado paralelo de divisas para suplir esta carencia, disparando a máximos históricos la cotización del dólar paralelo.

Sin embargo, el billete verde ha bajado ligeramente en las dos últimas sesiones, ante la perspectiva de que la reunión que se celebrará hoy con la banca venezolana aportará soluciones a estas dificultades financieras.

Pero las restricciones a las divisas no sólo afectan a los viajeros. Según los expertos, el Banco Central de Venezuela sólo estaría autorizando 2.500 millones de dólares mensuales a las empresas importadoras, y la demanda supera ya los 6.500 millones. La razón obedecería a que el Gobierno ha dado la orden de que las reservas internacionales no desciendan por debajo de los 25.500 millones de dólares. El presidente de Cadivi explicó que ha habido una fuerte merma en el ingreso de petrodólares y que es necesario garantizar la importación de rubros básicos como alimentos, medicinas y maquinarias.

Se presume que la deuda acumulada que tiene Cadivi con los importadores por solicitudes en proceso sin respuesta, y por lo tanto sin liquidación, está alrededor de los 40.000 millones de dólares en lo que va de año. Sin embargo desde el 28 de febrero Cadivi no publica cifras oficiales, por lo que el número podría ser mayor.

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