La decisión del Gobierno venezolano de Hugo Chávez de poner fin a las licencias de 34 emisoras de radio y televisión ha llenado de incertidumbre a los profesionales del sector de los medios de comunicación. Numerosos periodistas locales consultados por Americaeconomica.com aseguran que la principal preocupación ahora es el abultado número de despidos que se producirán en las compañías que se han cerrado, ya que no se espera que los trabajadores de las empresas afectadas por sean ubicados en otros puestos de trabajo.
El gobierno del presidente venezolano Hugo Chávez sacó el sábado del aire a 34 emisoras de radio y TV y advirtió a otras 200 de que también podrían perder sus licencias, en medio de un vivo debate en el cual se acusa a los medios de comunicación de “ abusar ” de la libertad de expresión.
Las emisoras cerraron sus transmisiones el sábado por la mañana, al recibir una notificación formal de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel). Unas horas antes, el presidente de Conatel y también ministro de Obras Públicas, Diosdado Cabello, había anunciado oficialmente el cierre inmediato de las estaciones, con el argumento de que no habrían renovado sus permisos de transmisión o habrían perdido sus concesiones por el fallecimiento de sus propietarios originales.
Sin embargo, las fuentes consultadas por este diario aseguran que el escepticismo domina entre los venezolanos, que piensan que en los próximos días se conocerán los nombres de los nuevos propietarios de las frecuencias radiofónicas, «posiblemente, empresarios cercanos al presidente», aseguran los periodistas consultados.
Las movilizaciones del gremio se han sicedido en los últimos dos días y los periodistas consultados aseguran que el ambiente es cada vez más tenso. «Algunas cadenas como la CNB, una de las más críticas al régimen chavista, ha comenzado a realizar sus emisiones por Internet», aseguran.
La cadena CNB agrupa a 10 emisoras de las cuales cinco fueron sacadas ayer del aire, y a través de su señal solía transmitirse, al mismo tiempo que el canal de noticias Globovisión, el programa de opinión Aló, Ciudadano, frontalmente crítico con la gestión gubernamental.
«No hay excusa. En estos 10 años de Gobierno, Chávez ha pasado de tener una televisión y una radio a 60 radios y cinco televisiones», critican desde algunos medios locales, que han confirmado además que para los directores, gerentes o editores de medios la ley contempla dos nuevos tipos de delito.
Los que se nieguen a revelar la identidad del autor de una emisión o artículo que utilice como nombre un seudónimo o se ampare en el anonimato, podrían ser castigados con prisión de entre seis meses y tres años, según el artículo 7º del proyecto de ley. Y aquellos que omitan datos de manera voluntaria o injustificada podrían ir a la cárcel, de dos a cuatro años, según el artículo 10º.
Otras 250 emisoras, 40 televisiones regionales y 210 estaciones de radio que han sido amenazadas por el Gobierno con el cierre por «tratar de lavarle el cerebro al pueblo venezolano», serán las siguientes en la lista de concesiones y propiedades que en los próximos días podrían pasar también manos del Estado.
