Al menos una parte de los proveedores internacionales que operan con empresas estatales de Cuba vuelven a tener una disposición limitada de los fondos de sus cuentas corrientes tras varios meses de congelación y bloqueo, según una reciente información de la agencia Reuters.
La liberación afectaría a unas 600 cuentas corrientes domiciliadas en los bancos Metropolitano y Financiero Internacional en las que habría unos depósitos que podrían sumar entre 600 y 1.000 millones de dólares.
La orden de la reapertura habría sido emitida por los nuevos responsables del Banco Central de Cuba que empezaban a enfrentarse a un creciente rechazo de los proveedores afectados a continuar realizando operaciones comerciales con Cuba en esas condiciones, que constituían un obstáculo adicional que sumar a los constantes retrasos en los pagos.
La orden de la autoridad monetaria habría servido pero, al parecer por orden expresa del Gobierno, sin ninguna intención inmediata de llevar a cabo su realización.
De hecho, los titulares de las cuentas afectadas no habrían recibido ninguna comunicación oficial del bloqueo. Sólo se les habría explicado que su dinero no estaba disponible temporalmente.
La descongelación se estaría produciendo de forma selectiva con un orden de prioridad fijado por el Gobierno en función de las necesidades de suministro de algunos ministerios concretos.
Además, la congelación habría empezado a ponerse en marcha a finales de 2008 en un momento de máximo ahogo financiero en las operaciones comerciales que habrían originado un déficit superior a los 2.000 millones de dólares en un ejercicio que el Estado inició con un superávit de 500 y en el que hubo que lidiar con el impacto de tres huracanes consecutivos y el estallido de la crisis económica global.
La disponibilidad limitada de fondos formaría parte de un proceso, que se habría iniciado en marzo de este año, destinado a revertir el proceso de centralización de los pagos en divisas aún vigente por el que el Banco Central de Cuba (BCC) debía aprobar cualquier gasto superior a 10.000 dólares que quisieran realizar las empresas de los grupos ministeriales.
La pasada primavera este proceso empezó a notarse y algunos hombres de negocios con intereses en la Isla aseguraban que el Comité de Aprobación de Divisas (CAD), un órgano creado en 2005, para llevar a cabo la aprobación de las operaciones de gasto que tenía que realizar el BCC sin llegar a ser disuelto había ido dejando de operar paulatinamente.
Una circunstancia que hace temer a algunos proveedores, afectados por más de siete meses de bloqueo, que, en realidad, los presuntos pagos que deberían haberse realizado a cambio de los suministros entregados y que, en teoría, los importadores tras la aprobación del Banco Central habría depositado en las cuentas, no llegaron a hacerse.
Mientras se producen estos cambios en Cuba se ha conocido que el presidente de Cuba, Raúl Castro, ha decidido posponer la realización del primer congreso del Partido Comunista en 12 años.
Este encuentro era de vital importancia, porque fijaría el futuro del sistema y decidiría si Fidel Castro, que se encuentra convaleciente desde hace tres años, continuará como jefe de la única fuerza política de la Isla.
Según ha informado la prensa estatal cubana, la decisión ha sido adoptada en una reunión del Comité Central del partido. Desde el diario oficial Granma han indicado que no hay una nueva fecha para la realización del congreso.
Cuando Raúl Castro anunció la celebración del VI Congreso del Partido, argumentó que este no sería un evento más y señaló que lo más probable es que sea el último que encabece la dirección histórica de la Revolución.
Este congreso podría acabar con la sucesión del poder de los hermanos Castro, iniciada hace tres años con la enfermedad de Fidel. El último congreso del PCC, al que la Constitución describe como la «fuerza rectora» de la sociedad cubana, fue realizado en octubre de 1997. El que se tenía que haber celebrado en 2002 ha sido aplazado de forma sistemática.
Fidel Castro que cumplirá 83 años el próximo 13 de agosto, es el primer secretario del Partido Comunista de Cuba, y Raúl de 78 años, es el segundo secretario.
Según ha informado el diario Granma, el partido ha acordado que para dar un congreso de verdad, en el que se busquen soluciones a los problemas y que mire hacia el futuro, se debe concluir la preparación del Partido y después analizar con toda la población en su conjunto.
La grave situación económica que sufre la Isla ha supuesto una fuerte presión para el Partido. Los cubanos podrían tener que apretarse aún más el cinturón, mientras los más pesimistas ya hablan de una nueva etapa del llamado «periodo especial», que es una crisis económica, como la de la década de 1990.
