Cristina Fernández vuelve a abrir su lucha contra el Grupo Clarín

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Cristina Fernández vuelve a abrir su lucha contra el Grupo Clarín

Parece que la guerra abierta entre los Kirchner y la compañía mediática más influyente de Argentina no va a acabar nunca. Tras los aparentes intentos de reconciliación, la presidenta de argentina, Cristina Fernández, ha vuelto a enfrentarse al Grupo Clarín, el conglomerado de medios de comunicación más importante del país. El Gobierno argentino ha revocado la decisión por la cual la semana pasada le otorgaba al Grupo la posibilidad de brindar el servicio de telefonía.

Fibertel, marca de CableVisión, que pertenece al Grupo Clarín, obtenía la licencia por parte del Gobierno de Argentina la semana pasada pero ahora la Secretaría de Comunicaciones argentina ha decidido tener en cuenta los recursos que han presentado las telefónicas, Telecom, Telefónica y la Federación de Cooperativas del Sur (Fecosur). y ha revocado su decisión.

Telecom y Telefónica habían puntualizado en sus presentaciones que Fibertel no era una sociedad y como tal no podría tener licencia. Con ese argumento, han negado a la compañía la interconexión que ésta solicitaba para prestar telefonía en todo el país.

Mientras, CableVisión ha asegurado en un comunicado que llevará adelante todas las acciones administrativas y judiciales que correspondan ante la violación de los principios constitucionales de igualdad ante la ley, propiedad y libre competencia.

El pasado mes de junio el ex presidente de Argentina Néstor Kirchner lanzó duras críticas contra el Grupo Clarín. Kirchner atacó a la compañía al decir que «no ha sido independiente».

Las relaciones entre el Grupo Clarín y el Gobierno de Argentina siempre han estado marcadas por la tensión y eso ha llegado a notarse hasta en los mercados financieros. Las acciones de la compañía se dispararon en más del 14% por compras de inversores institucionales, tras la pérdida de las pasadas elecciones de los Kirchner.

El Gobierno argentino ha acusado en repetidas ocasiones al Grupo Clarín de operar en su contra. La compañía es uno de los conglomerados de medios más grandes de América Latina.

El pasado mes de abril la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, recibió muchas críticas por su iniciativa de revisar la ley de radiodifusión. Algunos opositores la acusaron de querer castigar al Grupo Clarín, y silenciar las críticas durante la pasada campaña electoral, en la que el kirchnerismo obtuvo un rotundo fracaso.

La mandataria argentina aseguró que la reforma de la ley, promulgada durante la dictadura militar que gobernó el país entre 1976 y 1983, fortalecerá la democracia reduciendo el control de un puñado de compañías que dominan el sector.

Cristina Fernández indicó que busca que todos los argentinos tengan derecho a la expresión y a aquellos bienes de carácter social que no pueden ser monopolizados por un sector, ni por una empresa ni por nadie.

La reforma limitaría el número de licencias de radiodifusión que una compañía puede tener localmente y a nivel nacional, incrementaría el número de partidos de fútbol que se transmiten por canales de televisión abierta y garantizaría una participación de organizaciones sin fines de lucro en los medios.

Muchos en la industria coinciden en la necesidad de reformar la arcaica normativa vigente para reflejar los enormes cambios tecnológicos que se registraron en los últimos 25 años.

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