La petrolera estatal venezolana Pdvsa, una de las fuentes más importantes de financiación de los gobiernos venezolanos, ha recuperado, tras el ascenso de los precios del petróleo y su consecuente aumento de ingresos, su habitual posición. Para ello, además de los designios del mercado, la petrolera ha necesitado colocar al menos 1.418 millones de dólares en bonos y pagar la deuda contraída con sus proveedores.
Así, Pdvsa ha cancelado la mayor parte de la deuda que mantenía con los proveedores tras hacer pagos por 2.664 millones de dólares. Según aseguró el ministro de Energía, Rafael Ramírez, a la agencia Reuters, 4.250 proveedores han recibido pagos hasta el momento, y sólo quedaría por pagar un saldo pendiente de 536 millones de dólares.
Pdvsa cerró el año 2008 con una deuda que superaba los 7.556 millones de dólares, debido a la caída de los precios del crudo en el mercado internacional. Hace algunos meses Rafael Ramírez aseguró que se habían pagado 2.000 millones del total de la deuda, y con el paso del tiempo la petrolera venezolana negoció con los proveedores una rebaja del importe de la misma, sin llegar a conocerse la cantidad rebajada del importe total de la deuda que Pdvsa mantenía con los proveedores desde el cierre de 2008 hasta el final del primer semestre del 2009.
Hace unos días la petrolera colocó 1.418 millones de dólares en bonos, y hasta la semana pasada negociaba con bancos y casas de Bolsa para colocar 1.582 millones de dólares restantes. El ministro de Energía venezolano había asegurado que gracias a los recursos obtenidos en la emisión se comenzarían a saldar de inmediato las deudas de la compañía.
Tras estas operaciones, el presidente venezolano Hugo Chávez, confirmó esta semana que Pdvsa había retomado los pagos semanales de 25 millones de dólares al Fondo de Desarrollo Social (Fonde). Estas aportaciones, que provienen de los excedentes de la venta de petróleo, son utilizados por el gobierno venezolano para financiar programas de desarrollo y obras de infraestructuras.
Dicho anuncio sirvió a Chávez para asegurar que la crisis económico-financiera no ha golpeado al país. Por el contrario, las cifras oficiales muestran una desaceleración de la economía venezolana que, por ejemplo, ha dejado un escuálido 0,3% de crecimiento en los datos del PIB para el primer semestre de 2009. La CEPAL ha previsto datos para este año de un 0% de crecimiento del PIB para este año.
El índice de desempleo, aunque se mantiene en niveles más que aceptables con un 7,8%, ha continuado ascendiendo en los últimos meses. Además, y este es un dato preocupante teniendo en cuenta las desigualdades sociales que sigue habiendo a nivel económico, la inflación para el primer semestre asciende ya a un 10,8%.
De ahí que los buenos resultados obtenidos por Pdvsa y la crecida del precio del petróleo, constituyan un muy buen dato para el Gobierno bolivariano. Con la caída de la capacidad de recaudación fiscal, por la bajada del comercio y el descenso de la economía, Venezuela podrá retomar algunas iniciativas sociales sobre las que había surgido la duda de su financiación.
