El país bolivariano, que siempre ha sido exportador de café, se verá obligado a importar café por primera vez en su historia. El Gobierno de Hugo Chávez culpa al mal clima y a la especulación de productores y tostadores, sin embargo, Pedro Vicente Pérez, director de la Confederación Nacional de Asociaciones de Productores Agropecuarios (Fedeagro), ha indicado a Americaeconomica.com que la caída en la producción nacional se debe a un estricto control de los precios por parte del Gobierno.
Vicente Pérez, director de Fedeagro, ha asegurado que los precios fijados por el Gobierno son los culpables de esta situación porque se han prolongado demasiado en el tiempo. Los mismos precios se han mantenido durante 40 meses, lo que equivale a tres cosechas. Pérez ha asegurado que hace años no se hubiera concebido la idea de que Venezuela importara café.
Este estricto control de los precios ha propiciado que los agricultores venezolanos dispongan de menos ingresos y, por lo tanto, de menos dinero para poder mejorar las cosechas. Desde Fedeagro solicitan un ajuste de los precios para solucionar el problema, exigen que se pague por el saco de 46 kilos 850 bolívares fuertes, frente a los 450 bolívares fuertes que se pagan en la actualidad.
Los productores de café se quejan de que el Gobierno venezolana no haya especificado las características de la importación, ya que no saben de dónde se importará, que tipo de café será y quien hará las importaciones.
Según el director de Fedeargo, los consumidores venezolanos, que están acostumbrados a beber buen café, pueden rechazar el grano importado. uchos países latinoamericanos no disponen de café suficiente para exportar y únicamente quedaría la opción de Brasil, cuyo café no tiene ni el mismo sabor ni el mismo procesado que el de Venezuela.
